Por Wladimyr Valdivia Westphal.
Este 2 de septiembre llega a las plataformas digitales un nuevo estreno nacional, ‘La Francisca, una juventud chilena’, una coproducción entre Chile, Bélgica y Francia, dirigida por Rodrigo Litorriaga en su primer largometraje como director, y ganadora de dos premios en el último Festival de Cine Chileno FECICH.
Francisca (Javiera Gallardo) tiene 19 años y vive en Tocopilla, al norte de Chile, junto a sus padres y a su hermano menor, Diego (Aatos Flores), de 8 años y diagnosticado con autismo. Un día, Fernando (Francisco Ossa), un profesor de reemplazo de Diego, se interesa en la educación del niño y se ofrece para hacerle clases personalizadas de apoyo, lo que comienza a ser un problema para la estabilidad familiar.
‘La Francisca’ se presenta como el retrato de una juventud hastiada e introvertida y la realidad de cientos de familias que viven en la precariedad, en el entorno hostil de una ciudad golpeada y estancada que aún no termina de sacudirse tras el terremoto del año 2007, que se mueve entre la calidez de sus habitantes, la belleza desértica y una antagónica complicidad con su aridez climática y el difícil escenario para el desarrollo personal.
Francisca, como muchas hijas mayores cuyos padres solo se dedican a trabajar, es la verdadera madre de Diego y la única que muestra real interés en él, pero carga con la necesidad de avanzar, de encontrar su lugar. Así, Francisca, interpretada correctamente por una amateur Javiera Gallardo, es quien conduce la historia y, en torno a ella, se desarrolla un relato de trazos familiares, donde amigos, parejas, profesores y desconocidos, dan forma a este drama generacional, que viene a recuperar ese cine realista chileno, esta vez con una ciudad del norte de Chile como escenario.
Si bien las influencias de Litorriaga son evidentes, enmarcándose con claridad dentro del nuevo cine social latinoamericano, y es certero a la hora de contextualizar, darle valor al espacio como si de un personaje más se tratase y construir la diégesis de su obra, es el excesivo uso de elipsis, que no son inherentes a las acciones, lo que no encuentra equilibrio entre el guión y su montaje o, en otras ocasiones, derechamente no aportan a la calidad de la narrativa, convirtiéndose en figuras visuales retóricas sin explicación o generando vacíos argumentales incapaces de cerrar subtramas o dar una respuesta verosímil a ciertas secuencias fundamentales para la historia.
Sorprende el gran trabajo del pequeño Aatos Flores y destaca la fotografía del francés Jean-Marc Ferrière, quien ha trabajado junto a directores como Gaspar Noé (‘Solo contra Todos’) y Lucile Hadzihalilovic (‘La bouche de Jean-Pierre’).
Como cinta independiente y protagonizada mayormente por actores y actrices no profesionales, ‘La Francisca’ consigue ser una pequeña ventana hacia un mundo desolado entre el Pacífico y la Cordillera y expuesto por su condición natural, que alberga cientos de historias de vida como la de Francisca, una joven que esconde frustración tras su mirada, parte de una generación que grita por nuevas oportunidades. Disponible a partir del 4 de septiembre en Punto Play.