Por Wladimyr Valdivia Westphal.
Con algunos roles secundarios como actriz en series de televisión inglesas y su más reciente trabajo en ‘Vita & Virginia’ (2018) de Chanya Button, Emerald Fennell debuta como directora y guionista con ‘Promising Young Woman’ (‘Hermosa Venganza’), valiéndole reconocimiento mundial y cinco nominaciones a los Oscar, incluyendo el de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion, en una de las cintas más aplaudidas del año.
Cassie (Carey Mulligan) es una mujer de carácter fuerte, empoderada y muy inteligente, vive aún con sus padres, trabaja en un café y lleva una doble vida: por las noches, visita bares donde simula estar ebria para terminar ser llevada por algún aprovechador a su casa y así hacerles pagar por sus actos. Y esto no es fortuito, ya que arrastra una dura experiencia vivida años atrás junto a su gran amiga Nina, por lo que vive sembrando la venganza en nombre de ella, en cada hombre que se cruce en su camino.
Muy ajustada a la reivindicatoria nueva era feminista, Fennell escribe una cinta inclasificable en términos de géneros, moviéndose entre el drama profundo, el suspenso y la comedia negra, sobre una mujer dispuesta a romper cualquier límite con tal de que todos los hombres abusadores paguen el costo de lo que significó en su vida el trauma insuperable que arrastra con ella. Desde esa premisa, la directora no intenta convencernos de la veracidad de los actos que vemos en pantalla, sino del mensaje detrás de cada acción, de cada conversación, de cada comportamiento; una película que funciona como un grito de justicia, como una apología al dolor y a todo lo que rodea una agresión sexual: la violencia por acción o inacción, testigos, culpables pasivos, familias, heridas incurables.
Entre la hilaridad de eventos tragicómicos o de situaciones poco ajustadas a la realidad, Fennell logra imponer el tono contestatario, el sentido de protesta de su obra gracias a la increíble evolución de su guion, al impecable montaje de Frédéric Thoraval, a una musicalización moderna con versiones y arreglos de clásicos de la cultura pop como “2 Become 1” de Spice Girls, “Downhill Lullaby” de Sky Ferreira y “Toxic” de Britney Spears; y un trabajo –para nada sorpresivo- de Carey Mulligan, que merece un párrafo aparte.
Quizás en el mejor trabajo de su carrera, Mulligan, que recibe su segunda nominación a los Premios Oscar tras su actuación en ‘An Education’ (2009), vuelve a llevar un protagónico a la excelencia interpretativa, con un personaje tan destruido como imponente, que utiliza la vehemencia y el sarcasmo como arma de diálogo y bandera de lucha, capaz de entregarnos dolor y ternura en partes iguales, una persona absolutamente frágil y hasta desequilibrada detrás de una invulnerable actitud; Mulligan construye un personaje que vive bajo una tortura y que planifica, bajo premeditados actos, una venganza a la altura del daño recibido.
‘Promising Young Woman’ es una película valiente, que sorprende por su estética independiente y la universalidad de su mensaje, que tiene a Carey Mulligan en estado de gracia y a una directora que llegó para sacudir a la industria con creatividad artística y muchas cosas que decir.