Por Wladimyr Valdivia Westphal
Tras la imprudente irrupción en la escena independiente de los Daniels (Daniel Kwan y Daniel Scheinert) el año 2016 con esa surrealista, escatológica y creativa comedia llamada ‘Swiss Army Man’, era indudable el interés que podría generar su siguiente proyecto. Y hoy el mundo habla de ‘Todos en todas partes al mismo tiempo’ (‘Everything Everywhere All at Once’), un título tan singular como su contenido, para el segundo trabajo como directores y guionistas de este dúo de jóvenes realizadores que volvieron a unir fuerzas nada menos que con A24, la productora del momento.
Evelyn (Michelle Yeoh), una emprendedora china en los EE. UU., que intenta lidiar con sus conflictos familiares y el pago de impuestos de su negocio de lavanderías autoservicios, se ve atrapada por una llamada interdimensional: un multiverso, donde existen diversas versiones de Evelyn y de su propia realidad, está al borde del colapso, y encuentra en ella la única persona capaz de enfrentar a quien amenaza con destruirlo todo y acabar con todas las realidades para siempre.
Estamos frente a lo que es, sin ninguna duda, la película más demencial, grotesca y apabullante de los últimos años, en un cóctel de géneros que van desde la comedia absurda, la acción frenética, la fantasía, el drama y la ciencia ficción, como una apuesta completamente acorde al desarrollo de la historia y de cada uno de sus personajes y sus extravagantes personalidades.
Evelyn vive aproblemada por la fiscalización del Servicio de Impuestos Internos, su relación con su marido no pasa por un buen momento y su hija no siente su apoyo tras confesarle su homosexualidad. La cinta es sobre Evelyn y su forma de procesar cada uno de sus conflictos internos, el sentido que esta tomando su vida, las decisiones que tomó y los desafíos que debe afrontar, y lo más importante, el verdadero valor de su familia.
Aquí es cuando los Daniels, al igual que en ‘Swiss Army Man’, optan por narrar un drama personal utilizando la metáfora visual y una fantasiosa contextualización de los hechos, esta vez, con la ciencia ficción y los viajes interdimensionales como medio de lenguaje, dando como resultado un delirante viaje donde vemos a Evelyn y los miembros de su familia enfrentarse a distintas versiones de ellos mismos, diálogos insólitos y barrocas secuencias de luchas, sin perder nunca la capacidad de emocionar e, incluso, reflexionar sobre el libre albedrío, la causalidad como principio inherente a nuestra existencia, la libertad de pensamiento y, finalmente, nuestra capacidad de amar sin condición y ser, eventualmente, mejores personas.
“De todos los lugares en los que podría estar, solo quiero estar aquí contigo”.
Tras esto, existe un trabajo técnico excepcional, donde montaje, musicalización, vestuario y diseño artístico consiguen poner en pantalla con brillantez tanto la complejidad de su relato como la simpleza en sus momentos más altos de épica sensorial. Por otra parte, su reparto es capaz de llevar por completo el intrincado arco narrativo, con una Michelle Yeoh (‘El Tigre y el Dragón’) que se devora la pantalla, tanto física como emocionalmente; mientras que Stephanie Hsu (‘Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos’), James Hong (‘Blade Runner’) y Jonathan Ke Quan, el recordado niño de ‘Indiana Jones y el Templo de la Perdición’ y ‘Los Goonies’, completan un elenco a la altura, con el nivel de histrionismo, locura y sencillez que sus papeles demandan.
Sus 139 minutos de duración exigen concentración y pueden, en su primer tercio, resultar agotadores, pero inevitablemente terminamos hipnotizados y abrumados en un espiral de disparates visuales, entre una infinidad de diversos planos de la realidad y un relato dramático lleno de sentido para comprender el universo de Evelyn, de su familia y, finalmente también, de nuestra propia existencia.
Mira el trailer a continuación: