Si bien estilísticamente “Goleador” se alinea dentro unos límites claramente establecidos, afirmados en una potente capacidad interpretativa, sorprende su manejo para mantener la tensión e irrumpir en momentos casi épicos, a punta de unas letras enrevesadas desplegadas con actitud y carisma a lo largo de las diez canciones del disco.
En Los Matute el formato power trio goza de excelente salud, porque Reynaldo Escobar (batería y percusiones), Andrés Hanus (bajo y coros) y Sebastián Silva (voz, guitarras y teclados), probablemente encuentren inspiración en varias de las más destacadas bandas del llamado rock alternativo de los ’90, expresándose y sonando de manera hiperventilada y dura.
Sin embargo, las referencias globales que uno pueda reconocer en sus composiciones y sonido, entroncan espontáneamente con las voces del rock chileno contemporáneo. En ese sentido, rápidamente la voz de Silva evoca la forma de escribir y cantar de Álvaro Henríquez en la época, por ejemplo, de “No sabes que desperdicio tengo en el alma”. Esto, más allá de su justa valoración, refleja ciertos rasgos de personalidad que le otorgan un potencial importante en términos de proyección masiva.
A nivel de ejecución no hay duda: tocan muy bien y así lo atestigua el disco. Asimismo, sus composiciones son redondas y, además de los temas más duros, se adentran en otras cadencias (reggae) y en arreglos de teclados («No era necesario»). Pero como señalábamos más arriba, lo que más llama la atención es la lírica, que de manera astuta configura textos que juegan con la sintaxis, permitiéndose la crítica social y momentos de crónica de las miserias cotidianas. Sin embargo, casi nunca caen el panfleto directo, hablando muy bien de la preocupación por trabajar estéticamente las temáticas desarrolladas. Si hubiese que escoger una canción del disco no dudaría en señalar “Sencillito”, tanto por su progresión estilística e instrumental y su letra, que la dotan de la épica propia de los grandes canciones rockeras.
Si bien no hay mayores exploraciones sonoras en “Goleador” y considerando que, a ratos, la intensidad del vocalista puede resultar agotadora, es enormemente destacable la capacidad del disco de proyectar una propuesta rockera que funciona en el underground pero que, condimentos más o menos, puede llegar a engrosar las listas de las radioemisoras locales de música chilena.
Los Matute
“Goleador”
Autoproducción
CD-R, 2012
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano