Si hay algo que distingue a Mika Martini (Hugo Espinosa Chellew) en su nuevo trabajo es su capacidad para presentar la música electrónica como un espacio de tensión. Amparado en la idea ficticia de “Los Hanoish y otras subculturas extintas”, Martini se sumerge en la ambiciosa reconstrucción fragmentaria de imágenes y territorios de un mundo desconocido, tarea en la que fusiona elementos del ambient, la experimentación y referencias a la estética del error para armar un complejo rompecabezas.
Es el enigma el motor principal de “Los Hanoish…”, un disco que recupera nueve cortes ya publicados en distintos compilados, pero que ahora instalan una atmósfera apocalíptica en títulos como “Golfo de penas”, “Las Minas de Sal de Zipaquirastepek” o “La Lluvia se llevó a los Hanoish”. En estas canciones, las programaciones sintetizan vestigios sonoros que remiten a escenas subterráneas, oscuras, pero también marcadas por huellas digitales –circuitos, alertas, archivos alterados- que indudablemente apelan al glitch (uso estético de los errores digitales).
A su vez, estas señas se nutren del buen uso de susurros, ecos y voces entrecortadas. “Canales de Piedra y Canoas de Piel”, “La Migración de los Pachacampanac” o “La Caída de la Subcultura Subacuatica Subcontinental” son piezas que utilizan esos efectos para anclar la idea de eslabón perdido. ¿A qué evocan esos gemidos? ¿Cuál podría ser el referente más cercano de esos balbuceos?
La respuesta no existe o carecemos de ella. Ese es el dilema que Martini plantea en este disco, pues aquí no sólo se distingue un estupendo ejercicio de nostalgia, sino que también un oportuno diálogo con los límites de la música electrónica como lenguaje.
MIKA MARTINI
“Los Hanoish y otras subculturas extintas”
Pueblo Nuevo
2012
Por Felipe Mardones Vegas
Publicado en «Onda Corta: sonidos locales», El Ciudadano nº 126, 1º quincena junio 2012