Un engendro extemporáneo opinarán muchos de quienes escuchen esta auto-producción de siete temas del trío de Cerro Navia. Sin embargo, tal como en el punkrock, el hardcore, la trova de resistencia, el hip hop combativo y otras músicas de trinchera, acá suele priorizarse el contenido por sobre la forma, aunque acá es la intensidad metalera el vehículo de expresión.
Partiendo desde un metal que remite al thrash ochentero, aunque sonando muy locales, incorporan llamados a la musicalidad mapuche (“Coma”) y pequeñas piezas de progresiones mínimas, que más se emparientan con el punk que con la grandilocuencia metalera. Temáticamente hay crítica social, letras políticas, apelando al despertar de la conciencia, tirando palos a las iglesias y sus representantes, al ex ministro del interior Rodrigo Hinzpeter, pero también hay momentos de bacanal rockera (“Abismo”) y humor negro (“Curita Calentón”).
Si bien formalmente no hay sorpresas, la politización del metal es un hecho aislado y llama la atención respecto a la necesidad de agitación y propaganda que expresan los sectores más postergados, menos onderos y más duros de la música que, desde las poblaciones, intentan aportar su grano de arena en la lucha contra el capitalismo y sus imposiciones a nuestras vidas.
PATRAÑA
“Traidores y reprimidos”
Pep
CD-R, 2012
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano
Publicado en El Ciudadano nº 137, 1º quincena de diciembre de 2012.
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