Este Viernes 26 de Abril comenzó el Tercer Festival de Teatro y Marionetas “La Rebelión de los muñecos”, en el Anfiteatro del Museo de Bellas Artes BAVI (Bellas Artes ViajeInmóvil), ahí, al costado del Museo, un evento para grandes y chicos que año a año impulsa la reflexión de mano de seres que no son de carne y hueso.
El Anfiteatro BAVI abrió sus puertas el 15 de Diciembre del 2011 con la intención de revalorar y posicionar en el sitial que se merecen a esos protagonistas de madera, papel, tela o incluso bolsas, que encantan e hipnotizan, critican y problematizan, divierten y comunican, y que guardan dentro un gran poder de atracción y fascinación: Los muñecos.
Este año el Festival se siente poderoso. Como siempre todo está muy bien organizado, las obras han sido muy bien seleccionadas, hay invitados nacionales y extranjeros de primera línea, pero algo en el aire huele muy bien, ¡debe ser que la experiencia ha leudado mejor, y el pan es cada vez más crujiente!.
El Viernes 26 de Abril, en la inauguración, nos encontramos con una gran fila de ansiosos espectadores, invitados todos, cercanos al Anfiteatro, amantes del Teatro de muñecos, actores, amigos, personas que por una u otra razón fueron invitados, y entre todos llenaron la sala hasta el tope.
Jaime Lorca, director del Anfiteatro, como es de esperar, sale al escenario con actitud de discurso, pero antes de comenzar se inquieta, sale, enciende luces y deja a un lado su discurso como acto de protesta, con un dejo de desesperanza por al actual situación de los teatros en Chile, haciendo alusión directa al cierre del Teatro del Puente. En su queja pública aparece el Estado como posible salvador, pero ¿quién es el Estado?: “¡Todos somos el Estado!”, responde, dándonos el poder y la responsabilidad de evitar dicha catástrofe cultural. Se marcha y aparece un pequeño muñequito que escala hasta el micrófono: “¿Creían que estaban solos?… Que comience la Rebelión de los Muñecos!!”, dice el muñequín, mientras todos los presentes gritan y aplauden emocionados. Insisto, este año el Festival se siente poderoso.
STEPHEN MOTTRAM, «EGGBIRD», REINO UNIDO
Entre aplausos, aullidos y gritos sale al escenario Stephen Mottram. En él ya están dispuestas 4 marionetas de hilo. Cada una hace su acrobacia mientras todos miramos concentrados. ¡¡Es que se mueven tan bien!!. Stephen demuestra un gran manejo de la técnica, tanto en su diseño, construcción y manipulación, así como una gran creatividad. Extrañas y divertidas historias, que enternecen tanto como sorprenden.
Cada acto es acompañado por música incidental que pareciera estar compuesta especialmente para él, precisa y necesaria.
Viajamos desde un estadio olímpico hasta tiempos prehistóricos y desde África hasta un castillo Europeo de la Antigüedad, y en cada lugar pudimos encantarnos con esa vida simulada que Stephen Mottram bien sabe dar a sus muñecos y marionetas.
Y antes de terminar nos deleitó con un acto que bien podría denominarse como clase magistral para titiriteros, en donde, con tan sólo pañuelos, nueces y avellanas unidas a una “T” por los casi imperceptibles hilos, nos relata una divertida historia, con muchos personajes, y un solo manipulador.
La simpleza, la vida que se esconde en un pañuelo, la cierta posibilidad a maravillar con pocos elementos, fueron las enseñanzas principales. La emoción me embarga al verlo en práctica. Mientras nos va contando la historia va armando la escenografía de telas y palos que se transformará en el castillo que tanto nos hizo reír. Al final todos se van alegres, satisfechos e iluminados, agasajados con vino y empanadas al salir. “¡Que viva el Festival!”, creo que es lo único que pudimos pensar al llegar a nuestras casas.
El Festival Internacional de teatro y marionetas “La Rebelión de los muñecos” continúa este Miércoles a las 20:00 hrs. en el Anfiteatro Bellas Artes ViajeInmóvil, ubicado en el costado norte del Museo Nacional de Bellas Artes, con la muestra del Laboratorio de Estudio y Práctica del Teatro de Formas Animadas, montaje teatral basado en escenas de “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare, dirigido por Fabrice Farchi y Pilar Valdivia, egresados del Laboratorio del estudio del Movimiento de París.
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Por Tania Corvalán
El Ciudadano
Fotos: Rafael Arenas