Hoy pensaba en las y los profes que recuerdo con amor. Pincheira es el primero de la lista. En los años que fui su alumno, este profe de Castellano me regaló de todo: contenidos, dudas, disciplina, asombros, paciencia, arrojo. Quizá mucho de este cariño haya surgido gracias a su exquisita virtud como narrador, su talento para que cada clase sucediera entre relatos e historias hermosamente compartidas, tan gigantes que podían seguir resonando pese a las tareas pa la casa o las exigencias de andar con pelo corto, insignia y corbata.
Recordando mi amor por Pincheira, también pienso en amigos como Pablo, la Cata, el César, el Negro o la Nany, repaso sus nombres y el porqué me tienen en permanente encantamiento. Superior a cualquier otra virtud, lo que siempre les brilla es su corazón de contadorxs de historias, la luz que les sale del cuerpo cada vez que comparten alguna experiencia.
HISTORIAS DEL METRO: COMO ES ARRIBA ES ABAJO
El músico y escritor, Claudio Benavides, editó en agosto de 2020 el libro, “Crónicas del Inframundo. Memorias de un cantor en el metro de Santiago; después del estallido y antes de la pandemia”. A primera vista queda claro lo que contienen estas casi cien páginas porque su título es preciso indicando el tiempo y espacio desde donde nacen aquellas historias, sin embargo, tras su lectura esa certeza suma colores porque supera a la simple excusa de arrimar relatos recogidos en ese momento. Benavides consigue que la voluntad de registro de sus andadas como músico del metro, termine siendo más que una foto o una evidencia histórica; cada escena propuesta en este libro vibra en preguntas, se arroja al desafío de mirarle la cara a quienes comparten la ciudad y sobre todo, a revelar en qué pasos andamos.
Benavides es un excelente contador de historias, cautiva el tono con que describe escenarios, diálogos y situaciones; su ojo es crítico, sensible, desoyendo el ruido para concentrarse solo en lo que vale la pena ser registrado en clave crónica. Además, este músico maneja con astucia su rol tanto de testigo como de personaje que compone cada pieza narrativa, a veces azuzando al público de algún vagón con mensajes insurrectos y esperanzadores, a veces rebatiendo el comentario facho de ocasión, a veces tapándose un ojo frente a un puñado de pacos con los que comparte viaje.
Aunque Claudio en la actualidad desarrolle el oficio de músico y escritor, también cuenta con una formación como sociólogo, hecho que se evidencia al momento en que hace la curatoria de tantas historias que enfrenta diariamente en el metro. Como en “P.A.C.O.S.” y esa discusión incómoda y brutalmente honesta con una señora que defendía a la policía criminal; o en “La moneda que corre”, colorida radiografía de los movimientos y códigos con los conviven artistas y vendedores ambulantes en el subsuelo; “Al ritmo del Konpa”, breve postal de un día de diciembre de 2019 en una capital que hierve tras la última revuelta o “Un guión oportuno ¿Quién quemó el metro?”, registro que exhibe la miserable política de Metro al castigar la presencia del arte popular en sus vagones, a pesar de que la mayoría de quienes viajamos en esos trenes no estemos de acuerdo con la medida. Porque lo que pasa bajo tierra es igual que arriba, en las calles llenas de guanacos y criminales de uniforme.
LA PALABRA DESDE EL PECHO
El cantautor, Luis Le-Bert, es quien prologa este libro -junto al músico y productor, Cristóbal González– y en un momento señala que Benavides “define su universo al primer vuelo de palabra y elige con el corazón lo que simplemente se expone en la realidad”. Y es precisamente la suma de esas dos fuerzas lo que termina por atravesarnos la piel y rendirnos al amor por los Pincheiras, los Claudios o las Catalinas: cuando las historias nacen justo en medio del pecho.