Desde el Viernes 17 al Domingo 19 de Abril se celebraron los “Robotics Day” en la Facultad de Ciencias y Matemáticas de la Universidad de Chile, ubicada en Beauchef 851.
Es en este contexto que se expusieron un par de esculturas del arquitecto de profesión, artista de corazón y medioambientalista por desesperación, Rubén Santurian. Estas esculturas dieron la bienvenida en el hall de entrada de la Facultad, camuflándose muy bien con el concepto. Pero la verdad es que por sólo cosas que el azar determina estaban ahí.
Estos personajes no son robots, son “Trashformers”, esculturas realizadas con desechos varios, todos muy bien integrados en estas composiciones.
Por cosas también del azar llegué hasta ese lugar con una cita pactada indirectamente con Rubén Santurian, expectante por conocer a quien ha concretizado artísticamente ideas que sé que a muchos le han quitado más que algún sueño. La desesperación no es algo único de Rubén en estos tiempos tan “trash”.
Rubén me explica que su trabajo con desechos nació en el uso de cajas de madera, de esas que usan para transportar las frutas y verduras. “Yo decía siempre: cómo puede ser que un árbol necesite tantos años para crecer y luego se convierta en un cajón que lo tiran. Y ahí empecé a usar los cajones de madera para hacer murales que tenían que ver con situaciones urbanas, situaciones de arquitectura…”
Es así como comienza todo un camino de experimentación y creación artística con desechos en paralelo con su carrera de arquitecto.
El arte en su vida de arquitecto le acompaña, o viceversa, complementándose perfectamente, más el tema del medio ambiente (alma de su obra artística), le genera conflictos ideológicos al momento de ejercer su profesión. “Creo que hoy no estamos preparados para poder ser consecuentes con el cuidado del medio ambiente 100% en estas disciplinas, pero me parece que hay trabajo y tendencia para que esto pase, ojala pueda darse, y se haga a tiempo, antes de que explote.”
Este camino lo llevó de murales a objetos, y de pinturas y dibujos a los “Trashformers”, estas esculturas realizadas con desechos que nos hacen transitar desde el Teatro de la Bauhaus hasta Citripio, llegando obviamente a una similitud, aunque no en todos los casos, con sus referentes nominales directos, los Transformers. “Este camino lo inicié en marzo del 2014 y creo que hay un camino largo por delante, tengo una búsqueda en encontrarle también una ecuación entre lo que es la producción artística de eso, el mensaje con el tema del medio ambiente y un intercambio social en todo esto, que es hacer que la sociedad interactúe para tomar conciencia”.
Y así fue como un viernes de Abril un arquitecto de profesión, artista de corazón y medioambientalista por desesperación llamado Rubén Santurian se instaló entre robots y maquinarias con tecnologías robóticas que en su mayoría nacían para ayudar al desarrollo de la minería y la industria, dejando su mensaje como un susurro que casi sin darnos cuenta nos dice en secreto una verdad.
“El mensaje siempre está, la idea de poder utilizar lo que tiramos para algo que de vida, algo productivo, que si tuviéramos más conciencia todos en eso el mundo estaría un poco mejor en ese tema. Que las grandes corporaciones no miden esta situación y que tampoco son controladas por los políticos y que redundan cada vez más en un daño a la tierra”
Las esculturas de Rubén Santurian seguirán su viaje por el mundo, camufladas ahora en las valijas de este artista que se ha propuesto llevar su mensaje por donde ande. Sus trabajos pueden verse en la red.
Más información en
http://www.santurian.com