El pararse en el escenario resulta siempre en una exposición ante los otros, los ajenos, los desconocidos. Exposición que muchas veces queda en lo físico, y en la observación que se hace de uno desde el observador. Eso es inevitable, quizás con algunas excepciones, como The Residents o Gorillaz, pero que de una u otra forma igual se da. Pero en el caso de Danilo Oliva la exposición es doble, ya que no sólo se presenta en cuerpo a tocar sus temas, sino que aprovecha en su trabajo de debut de exponerse en cuerpo y alma, tratando de por lo menos evidenciar sus cuentas pendientes y su recorrido por la ciudad, por las personas y por la vida, invitando para ello, eso sí el café y “una velada con la luna encendida”.
En la forma de presentar este viaje, Oliva se nutre de baladas, de blues, de sones y de flamenco, para entregar en catorce temas lo que se puede llegar a ser y a entender. En esa exposición en algunos momentos lo hace con sutileza, con sonidos suaves, con pianos y cuerdas que le dan acogida a ideas y temas que lo hacen salir desde el fondo de sí mismo, para entregarse, y en otros con guitarras eléctricas, bajo y batería para hacerse más alegres.
Temas: 1. Bienvenidos. 2. Sin mirar atrás puedo oir tu voz. 3. Cuentas pendientes. 4. Ey, flaca. 5. Te esperaré. 6. Tantos julios y noviembres. 7. Búscame en el fondo de ti. 8. Ella es. 9. Paga lo que debes. 10. No se apaga el fuego. 11. Todo se va. 12. La vieja ciudad. 13. Dime. 14. Bon appetit.
Danilo Oliva
Cuentas Pendientes
Fondo para el Fomento de la Música Nacional
(P) 2009
Onda Corta
El Ciudadano