Cultura a la Vena está conformado por siete artistas chilenos que tienen interés en el desarrollo de espectáculos poético interactivos. Entre los integrantes está el poeta Franco Muzzio, quien ha publicado en diversas antologías y ganado varios concursos a nivel nacional. El poeta Jano Antrix, actual director del taller de poesía y cuento breve de la Biblioteca de Santiago, el poeta Mauricio Mena, director del taller Bellet 455 y becario de la Fundación Pablo Neruda en el año 2004, la poeta Milagro Valdés, quien ha sido publicada en Ecuador, el poeta Vladimir Coppo, ex alumno del Taller Literario de Raúl Zurita, la poeta Carla Valdés, becaria de la fundación Neruda en el 2006 y el diseñador grafico Matías Cisterna, integrante del Taller Tirso de Molina.
El sitio de Cultura a la Vena fue creado en Julio del año 2007, “a pesar de mantener esta plataforma virtual, funcionamos la mayor parte del tiempo, fuera de esta red organizando eventos literarios que buscan fomentar la creatividad entre los asistentes, para ello creamos Bar Per Verso: un formato que busca a través de la instalación de un bar convencional sumergir a los asistentes en un ambiente lúdico a través de elementos netamente literarios, como lo son concursos de poesía express y menús poéticos, entre otros”.
La mayoría de los integrantes del colectivo ha conseguido publicar en autoediciones o en editoriales independientes, y consideran que es interesante la existencia de estas editoriales. Como colectivo, apuntan que aún no han recibido ofertas de editoriales independientes para publicar sus textos, situación no menos coherente a la finalidad del artículo.
“Creemos que la red es un gran lugar para que los nuevos poetas chilenos se conozcan e intercambien opiniones y tendencias literarias, la proliferación de los blogs, nos parece un fenómeno muy interesante, además de las revistas literarias que tienen un formato online, sobre todo porque esto permite trascender las fronteras geográficas. Creemos que las editoriales independientes son un fenómeno creciente en chile, quizás demasiado creciente, si bien, consideramos que hay editoriales que cumplen con una labor destacadísima como es el caso de Animita Cartonera, otras editoriales simplemente están contribuyendo a la generación de antologías con poco peso literario, amparado en su mayor parte por la necesidad de sobrevivencia y lucro de las mismas”.
El Ciudadano
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