El 6 de mayo de 1856 nació el padre del psicoanálisis: Sigmund Freud. Austriaco formado como neurólogo exploró la sexualidad infantil y centró parte de sus teorías sobre la mente humana en la interpretación de los sueños.
A continuación te explicamos de manera sencilla diez conceptos que han traspasado el mundo académico y las salas de consulta para escucharse en todos los ámbitos.
COMPLEJO DE EDIPO
Conjunto de sentimientos ambivalentes -incluidos algunos de índole sexual- entre padres, hijos y hermanos. La elección de esta expresión se debe a la mitología griega. La historia de Edipo narra que mató a su padre y se casó con su madre sin saberlo.
ELLO, YO Y SUPERYÓ
Estos tres términos que pertenecen a los últimos trabajos de Freud dividen la mente humana en tres partes. Así, el ‘ello’ es la parte más impulsiva que facilita las necesidades básicas y se guía por el principio del placer buscando la gratificación inmediata. Por otro lado, están el ‘ego’ que actúa de guardián y frena al ‘ello’ con la realidad como condicionante, mientras que el ‘superyó’ aparece a partir de los cinco años y se refiere a la moral.
CONSCIENTE, PRECONSCIENTE E INCONSCIENTE
La mente se divide en tres niveles. La más evidente: el consciente, que incluye todo de lo que nos damos cuenta; el preconsciente, que representa la memoria ordinaria -acudimos a ella para rescatar información-; y el inconsciente, que guarda pensamientos y sentimientos menos aceptados. El inconsciente influye en nuestro comportamiento sin darnos cuenta, de ahí la importancia de los sueños como material reprimido que aflora. Para visualizar esta teoría, el padre del psicoanálisis decía que el consciente era la punta del iceberg, al preconsciente, la parte intermedia, y el inconsciente, la base.
ESQUIZOFRENIA
Término acuñado en 1910 por el psiquiatra Eugen Bleuer. Durante mucho tiempo se confundió con la doble personalidad. La aportación de Freud fue cambiar el origen de esta enfermedad. Así, pasó de ser desorden del cerebro a fruto de los conflictos no resueltos del inconsciente. Hoy día se trata con medicamentos y se reconoce que el estrés social es clave en los episodios esquizofrénicos.
FETICHISMO
Deseo sexual hacia un objeto ¿Y por qué? Según Freud, los niños imaginan que sus madres son físicamente como ellos pero el darse cuenta de la diferencia de género, se crea un trauma.
LIBIDO
Frecuentemente usado como sinónimo de deseo sexual, Freud introdujo este término en 1894. En 1905, la líbido sería pieza central de su estudio de la infancia al considerar que desde que nacemos ya está presente y como fuente de psicopatologías -la excitación acumulada insatisfecha como origen de angustia-.
FOBIA
Miedo ilógico a un objeto y situación que provoca ansiedad de manera que afecta a la vida diaria. Freud señala al choque entre el ‘ello’ y ‘superyó’, normalmente en la infancia, de modo que han sido limitados o desplazados a un temor irracional.
CATARSIS
Palabra de origen griego, significa ‘purificación’. Freud rescató este término como muchos otros y lo empleó en tratamientos a través de la hipnosis. Se trata del proceso del inconsciente transformado en consciente para asimilar sentimientos ocultos . En sus posteriores trabajos, el austríaco renunciaría a este método por un psicoanálisis más desarrollado.
NEUROSIS
William Cullen creó el concepto en 1769 pero de nuevo fue Freud quien en los años 20 dio un giro a la entonces llamada ‘enfermedad nerviosa’. Así, la relacionó con otras enfermedades psicológicas. El austríaco argumentaba que el paciente trataba de resolver en el presente un asunto del pasado y lo hace con pautas automatizadas de comportamiento que realiza sin darse cuenta, lo que impide que lleve una vida normal.
REPRESIÓN
Uno de los mecanismos de defensa del ‘ego’ para evitar que los pensamientos molestos o amenazantes sean conscientes, como por ejemplo los brotes de violencia de hijos a padres.
Otros de los mecanismos son la negación de los hechos, la proyección de los sentimientos negativos sobre uno mismo en otra persona; el desvío de un impulso a un objeto sustitutivo; la regresión en el tiempo psicológico para huir de una situación de estrés y la sublimación, esto es, satisfacer un impulso con un objeto sustitutivo aceptado por la sociedad -golpear un objeto en vez de a una persona, por ejemplo-.