En este nuevo trabajo de la banda valdiviana, el rock sigue teniendo la fuerza que mantienen el hilo conductor a través de todo el concreto pasaje que ofrecen. Y también siguen apareciendo con identidad propia y particular los instrumentos tradicionales, que le entregan una sonoridad identificadora al grupo, y que no se nutre de otras experiencias donde bajo, guitarra y batería se han unido a trutrukas, quenas y percusiones.
Ellos mismos lo explican al decir que la incorporación de estos instrumentos no son para crear diabladas u otros ritmos latinoamericanos, sino para darle una identidad particular a su rock y así lo van evidenciando en cada tema. Ya que si bien el disco se muestra como una unida concreta, hay temas que por si solos se presentan de una manera que llaman la atención, por ejemplo, con “Txacate”, donde se logran conjugar sutileza y fuerza, donde la presencia rockera se hace potente y donde a la vez se aproximan a ciertas tradiciones musicales que los hacen emparentarse con -a esta altura- más de treinta años de música chilena.
Trapezoide
Paisaje concreto
Discos Tue-Tue
(P) 2009
Onda Corta
El Ciudadano