Del itinerario diario y libre que realiza Angélica, Claudio y Esteban nace la inspiración de los directores, que al igual que sus protagonistas, deciden hacernos viajar con este documental.
Una película sin pretensiones que nace como proyecto de título de los realizadores, se ha convertido en una postal del Santiago centro, sus micros, su gente y el bullicio del que somos testigos en discreto silencio. Un nuevo punto de vista, de cámara cinematográfica y prolija, alejado de la típica y repetitiva estructura de reportaje, nos permite convertir cada canción y personaje en una poesía de la ciudad de Santiago.
El título de la película, inspirado en la composición de Violeta Parra “Arauco Tiene una Pena” calza perfecto con la declaración de principios de sus protagonistas y se hace presente al minuto uno, donde Violeta elige de entre todas sus artes, quedarse con la gente. Inquietante a ratos, por su estructura silenciosa y observadora, termina por convertir el pensamiento derrotista que a veces tenemos de las personas que deciden tomar un camino musical distinto y alejado de los sistemas estructurados o dictados por la sociedad.
Londres, Italia, México y Cuba son algunos de los países que han tenido la oportunidad de escuchar y ver a estos músicos que decidieron hacer de su pasión, el oficio de sus vidas. El mediometraje documental que ha participado en más de 12 festivales alrededor del mundo, acaba de adjudicarse el segundo lugar en la categoría de mejor documental musical en la 6ta edición del Festival de Cine Documental In-Edit.
Por Sebastián Soto-Chacón
Publicado en Filmonauta N° 4, en edición N°76, enero 2010, de El Ciudadano
Mayor información en: santiagotieneunapena.wordpress.com
El Ciudadano