El trabajo editorial en Chile está siendo cada vez mayor, libros de autor, libro-objeto, artefactos ilustrados y variaciones escriturales llegan de la mano de las ediciones que Daniel Madrid entrega bajo influencias vanguardistas, dosis de post rock, gráficas aleatorias, traducciones y reediciones que hacen de Libros del Pez Espiral un lugar privilegiado para los autores que allí son invitados.
-Daniel, ¿cómo comienza toda esta inquietud por los libros de autor?
Comencé practicando el mail art en una red de artistas que nos hacíamos llamar “La liga de poetas”, como artista visual realicé libros de artista publicando mi propia obra, luego hice libros objetos para Ludwig Zeller, Fernando Arrabal y Alejandro Jodorowsky, entre otros. Al cabo de un tiempo todo ese trabajo creativo lo transformé en una editorial.
-Cuéntanos acerca de las publicaciones Libros del Pez Espiral…
Pez Espiral comienza el 28 de diciembre del 2013, lo anuncié como una broma del día de los inocentes. Hasta la fecha he publicado alrededor de 30 libros, en colaboración con distintos editores, entre los autores se encuentran el mismo Ludwig Zeller, Thomas Harris, Ileana Elordi, Valeria Tentoni, Mario Verdugo, Martín Gubbins, Rodrigo Olavarría, Susana Wald, Ricardo Boglione, Enrico Baj, Carlos Soto Román y más.
-¿Cómo se vincula tu obra visual al trabajo editorial?
Me simpatiza la corriente surrealista, soy collagista y mi padre poético es Ludwig Zeller, a él le debo el oficio y también la manera de hacer libros, Oasis Publications es un referente importante. Mi imaginario tiene que ver con las vanguardias; todo el movimiento parisino, los juegos del Pánico de Topor y Arrabal, la ‘Patafisica de Jarry, Phases, Fluxus, Duchamp y la Mandrágora chilena… En Pez Espiral lo que hago es sencillamente leer y jugar, hacer una lectura que se resuelve en una visualidad y materialidad del objeto-libro, la mayoría de las veces resulta bien.
-¿Cuáles son las influencias o contextos que abarcas? ¿Cómo y a quienes publicas?
Aparte de las colecciones de poesía y narrativa, le dedico una colección completa a la realización de libros experimentales de poesía visual, tengo otra que recibe libros y artefactos ilustrados. Al dar una mirada sobre nuestra mesa te encontrarás con una paleta de colores amplia, pero en rigor cada colección tiene su identidad bien cuidada: Pez_Dorado (Narrativa), Pez_Espada (Poesía), Matarraya (Poesía visual y experimental), Pez_Babel (Traducción), Pez_Camaleón_Escarlata (Dramaturgia), Carnada (Música), Pez_Martillo (Reediciones) Pez_Ilustrado (Ilustración y gráfica).
Para reunir a mis autores creé las Lecturas Espirales, y publico en ese contexto la revista Pez Espiral, una edición gratuita que pretende integrar los movimientos de la editorial a través de la obra de sus autores y colaboradores. Muchas de mis ediciones las he donado al Centro Cultural Palacio La Moneda, tienen una buena colección de libros raros, pueden encontrar el “Cuaderno apaisado Lihn y Pompier”, de Enrique Lihn y Eugenio Dittborn, los “UNI/vers(;)”, de Guillermo Deisler y la caja duchampiana “INFRAleve”, que realicé el 2008 junto a Claudio Aguilera.
Acaba de salir “Antitierra” de Valeria Tentoni, “44 Canciones realistas”, de Carlos Henrickson, ambos bajo la curaduría de Ernesto González Barnert y Andrés Florit. También apareció “Tetris”, de Andrés Urzúa de la Sotta, y “Chile Project”, de Carlos Soto Román. Lo que queda de aquí a fin de año son puras joyas: un bello libro del poeta Pedro Montealegre llamado “11:30”, “Cul de Sac” de Ernesto González Barnert, y para cerrar el 2015 un librazo para la colección Carnada: la historia de “Dorso”, escrita por Fernanda Mánquez, editado por Patricio Jara.
Por Pía Sommer
Editora Arte y Cultura
El Ciudadano