Las sensaciones que se experimentan al disfrutar de una buena película provocan una estimulación en los sentidos y, consecuentemente, beneficios para el organismo.
Así lo consideró Belén Guerrero Cuevas, la conocida psicóloga clínica española, investigadora en la Universidad de Málaga y la Universidad Jaume I.
Señaló Guerrero que el cine tiene una función psicoterapéutica y sanadora. “Cuando vemos una película muchas veces sentimos las mismas pasiones de los personajes, pero sin temor a sufrir sus efectos”.
La función catártica es fácilmente reconocible en el cine, cuando la historia nos recuerda a algún momento de nuestra vida, señaló la experta en el portal topdoctors.es.
La especialista resume de la siguiente manera algunos de los beneficios de disfrutar con frecuencia del séptimo arte:
Revitaliza tu mente: Al ver una película entramos mayormente en un rato de relajación, nos desconectamos del mundo y estamos en dicho tiempo expuestos a nuevas perspectivas, las cuales nos introducen de forma inevitable en un descanso mental impresionante, pero a su vez en un ejercicio visual por medio de imágenes que nos benefician mucho, ya que las mismas nos ayudan a entender como a pensar en cómo reaccionaríamos si nosotros vivimos esa situaciones en particular.
Nos expone ante nuestros miedos:
Las escenas y personajes de las películas nos hacen enfrentarnos a nuestros miedos por más grandes o pequeños que estos sean; esta acción nos permite ser realmente más conscientes de nuestras sensaciones y por ende enfrentarlas será mucho más fácil.
Motiva: Todas las tramas terminan girando en torno a lograr un objetivo en específico y constantemente observamos en una película como los personaje pueden superar grandes como complicados retos, por tal motivo nos demuestran que toda situación complicada puede ser también solventada si nos lo proponemos.
Además, a través de la combinación de imágenes, música como del propio guion de las películas nosotros empezamos a llenarnos de emociones muy poderosas, que de cierta forma nos llenan de energía, cosa que nos impulsa a dar por fin ese pequeño primer paso para así lograr nuestros objetivos.
Ayuda a reflexionar: El cine logra que reflexionemos, incluso hasta sin darnos cuenta, bien sea sobre cosas vitales, espirituales o existenciales. De igual forma el formato audiovisual en el que están recreadas dichas películas, nos transportan realmente a escenarios imaginarios claramente, históricos o documentados, los cuales en su totalidad nos hacen reflexionar como a su vez incrementar nuestro pensamiento crítico.
Hace reír o llorar: El cine es sin duda alguna una máquina de risas, terapia en sí más que perfecta para nuestra propia salud. También hay muchas películas que nos hacen llorar y cuando nosotros lo hacemos todos los sentimientos de tristeza, rabia, angustia como frustración se terminan evaporando, dejándonos así en contacto con lo más íntimo de nuestro ser, donde podemos entonces conocernos a nosotros mismos.
Distrae y relaja: Ver películas predispone y favorece al descanso. Distrae y, a la vez, disminuye los niveles de ansiedad que produce el organismo. Cuando una persona visualiza una película se relaja y se concentra, desconectando del día a día.
Agita la creatividad: Es una reacción que ocurre, sobre todo, al ver películas de ciencia ficción, ya que sus situaciones utópicas incitan a romper nuestros esquemas mentales, contraponiéndose a los paradigmas que teníamos establecidos. Es un proceso que agita la parte creativa del cerebro, haciendo que fluyan nuevas ideas.
Mejora las relaciones sociales: Ver una película en casa con amigos o familiares siempre es un buen momento para compartir ideas, opiniones sobre lo que vemos y, por supuesto, lágrimas o risas. Todo ello fomenta la socialización.
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