El fin de la radio II

¿Te has preguntado alguna vez para qué surgió la radio?

¿La habrá parido la necesidad comunicacional de un mayor alcance proveniente de organizaciones sociales, los colectivos inquietos, alguna tribu urbana o rural con muchas cosas que decir?

Era el 1800 y algo, y ya existía el telégrafo y el teléfono; después de varios experimentos con ambos aparatos comienza a aparecer la radio gracias a  varios estudiosos de esa época que aportaron con sus conocimientos.

Dentro de ese grupo, la historia destaca al alemanote Heinrich Hertz porque  descubrió la manera de producir y detectar ondas electromagnéticas. Esto sucedió un cierto día que comenzó a construir una antena emisora y una antena receptora. A estas dos antenas juntas las llamó “oscilador”, entre ambas se transmitían ondas electromagnéticas y se les comenzó a llamar “ondas hertzianas”, por el apellido del descubridor. Es decir Hertz tiene la culpa de todo lo que comenzó a nivel de transmisión limitada y que hoy opera a nivel de transmisión monstruosamente tecnológica y de avanzada.

En la mayoría de los casos las ondas hertzianas de hoy son carentes de contenido, y en todos los casos con mirada cien por ciento comercial, tanto en el mensaje que se dice, como en la música que se escucha.

Siempre me pregunto, ¿si habrá imaginado Hertz en lo que iba a terminar su oscilador?

De pronto Hertz sí pensó en su momento que dicho invento mejoraría en el transcurso del tiempo en cuanto a calidad de sonido y en el alcance de transmisión, y que de ser así, esto efectivamente sería una herramienta útil para las comunicaciones masivas. De ahí que agarra lógica que un simple o sofisticado “oscilador” es de gran importancia para los primeros colectivos inquietos y sociales con gran necesidad de masificar información útil para la comunidad.

De música ni hablar, desde que el mundo es mundo los seres humanos emiten sonidos que se han ido formateando y reformateando, según el proceso de la historia de la humanidad. Sin ir más lejos la propia historia cuenta que la primera transmisión de sonido musical, propiamente tal, en el globo terráqueo se realizó gracias al inventor canadiense Fessenden, muy reconocido por sus trabajos en las primeras épocas de la radio post descubrimientos de Hertz, el alemán.

Así fue como el año 1906 siendo la noche del 24 de diciembre, Fessenden realiza la primera transmisión radiofónica mientras él mismo tocaba el violín, y curiosamente, leyendo en paralelo un pasaje de Lucas, capítulo 2, de la Biblia.

De modo que quien tenga interés puede comenzar a realizar un seguimiento, desde Hertz hasta el 2010, de la evolución radial, tanto en su formato como en su contenido, tanto en sus objetivos como en su muerte; del cómo evoluciona y al mismo tiempo camina hacia atrás afectada por variados factores sociales a nivel mundial y comercial.

…Y que cada cual saque sus propias conclusiones.

Faviolent con H
Onda Corta
El Ciudadano