El stilo nórdico o escandinavo se ha introducido en nuestras vidas —y sobre todo en nuestros hogares— con gran ímpetu. Tanto es así que desde hace más de una década, parece que no deja de estar de moda. Se ha convertido en una tendencia constante.
Este estilo decorativo nació a comienzos del siglo XX en los países del norte de Europa: Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca. Es decir, lugares en los que la mayor parte del año apenas hay luz natural, y los inviernos son largos y duros. Aunque, desde entonces hasta ahora, el estilo se ha ido depurando, algunas de sus claves son las que popularizó el diseñador sueco Carlo Larsson, de la mano de quien nos ocupa aquí, Alvar Aalto
Aalto es probablemente uno de los diseñadores nórdicos más influyentes del siglo XX. Gracias a él, en gran medida, se popularizó la creencia de que el diseño podía aplicarse a cualquier objeto, un edificio, un vaso o una silla.
Muy implicado con la corriente moderna en los años veinte, llegó a ser miembro del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna, más conocido como CIAM, donde tomó contacto con hombres tan influyentes como Mercadal o Le Corbusier. Sin embargo, su camino fue algo distinto a estos.
Siguiendo con el concepto comercial impuesto por La Bahuaus, fundó,en 1935, junto a su esposa, la empresa de mueble Artek. Este fue el canal usado por Aalto para dar rienda suelta a su creatividad. Esta empresa, que aún hoy existe, exhibe auténticas obras de arte del diseño orgánico del siglo XX, una de las facetas por las que más conocido es Aalto.
Sus diseños están realizados en madera. Dentro de una compenetración con la naturaleza, la madera era el material idóneo para trabajar. Según Aalto, el diseño interior debía estar en consonancia con el estilo de la casa a decorar. Esto le daba una especial habilidad para decorar estancias de una manera clásica, pero moderna y funcional a la vez, gracias a un perfecto uso de las formas orgánicas y las figuras geométricas.
Entre sus obras más destacadas tenemos el vaso y jarrón Savoy, inspirado en la olas. Otros elementos destacados dentro de su colección son sus sillas y mecedoras, especialmente las diseñadas para el Sanatorio de Paimio que destacan por su ligereza y comodidad. También diseñó numerosas lámparas basadas, la mayoría, en un conjunto de piezas concéntricas que aún hoy conservan toda su esencia moderna y contemporánea.