Charles Chaplin nació en Londres el 16 de abril de 1889 en el seno de una familia de artistas de variedades, comenzando a actuar desde muy pequeño en musicales y pantomimas. Su familia vivía en la pobreza extrema, con un padre alcohólico y una madre que padecía esquizofrenia. En 1901, murió su padre y, Charles y su hermano estuvieron viviendo en diferentes orfanatos. En 1910, viajó a Estados Unidos en una gira con la compañía para la que trabajaba, y se estableció allí, definitivamente, dos años después.
En 1913, Chaplin hizo su primera aparición en cine actuando en la película Charlot periodista. Este fue el personaje que le dio fama mundial a Charles Chaplin. Se trata de un hombre refinado, vestido con una estrecha chaqueta, pantalones y zapatos grandes, un bastón, un sombrero de bombín y su recordado bigote. Charlot, con una acentuada emotividad sentimental y melancolía profunda frente a la injusticia social, se convirtió en un emblema de la alienación humana y la explotación de las clases sociales menos pudientes.
A finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, Charles Chaplin sufriría la persecución de la caza de brujas maccarthysta, por su pensamiento político de izquierda. Abandonó los Estados Unidos en 1952, para establecerse en Suiza.
En 1972, Charles Chaplin hizo un breve viaje a los Estados Unidos para recibir varios premios, entre ellos un Oscar honorífico por sus contribuciones a la cinematografía. Chaplin murió un 25 de diciembre de 1977, en Corsier-sur-Vevey, Suiza.
Para recordarlo te traemos algunos de sus mejores pensamientos:
1. El auténtico creador desdeña la técnica entendida como un fin y no como un medio.
2. El día en el que el hombre se dé cuenta de sus profundas equivocaciones, se habrá acabado el progreso de la ciencia.
3. El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto.
4. Existe algo tan inevitable como la muerte: la vida.
5. No esperes a que te toque el turno de hablar: escucha de veras y serás diferente.
6. Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el lujo.
7. Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da tiempo para más.
8. La vida no es significado; la vida es deseo.
9. Nunca te olvides de sonreír porque el día que no sonrías será un día perdido.
10. La vida ha dejado de ser un chiste para mí; no le veo la gracia