La historia cuenta que en la llamada Guerra de los Franceses con su afán de conquistar Cataluña, mandaron 3500 soldados a los cerros de Montserrat (una cordillera única con formaciones de pura roca). En estos cerros se encuentra una población llamada el Bruc, con no más de 50 habitantes.
Cuando las tropas francesas empezaron a avanzar por la falda de esas montañas, desde arriba un chiquillo pastor, El tamborilero del Bruc, queriendo ayudar a su pueblo empezó a repicar su tambor con todas sus fuerzas, con rabia, presagiando la masacre. Lo impresionante de ese acto fue que por la particular acústica de las montañas de Montserrat, el repiqueo fue rebotando en las paredes y ganando dimensión hasta el punto que sorprendido el chiquillo, observó como las tropas francesas no solo dejaban de avanzar si no que empezaron a retirarse al pensar que lo que les esperaba en estos cerros era una batalla contra unas tropas que sin duda duplicaban su número.
Un solo tambor, desde arriba, parecía un ejército de 6000 hombres abajo…
Nos parece licito citar esta historia cunado la portada del lanzamiento del primer número de AURAL, Revista de Arte Sonoro y Cultura, llevó un año atrás el título no menor de SONORIDAD Y PODER *. Porque la relevancia de esta misión que ha tomado el equipo de Tsonami Arte Sonoro pareciera verse destinada no solo a difundir las prácticas en torno al sonido, sino que además a convocar a ciertos artistas que puedan dar una mirada reflexiva sobre cómo combatir la membrana capitalista a través de la relación texto y sonido.
Cuando presentan la editorial anuncian que hemos de entender la sonoridad “como fenómeno influido (e influyente) por distintos ámbitos contemporáneos, más allá de una mirada estrictamente estética, la intención es buscar puntos de conexión con campos del conocimiento, las ciencias, la filosofía, y también lo informal, lo cotidiano, ficticio y no necesariamente académico”. Los textos abordan interesantes experiencias de artistas recogidas en su mayoría a raíz de sus trabajos en terreno: escritos que van desde el tema de la calidad acústica de los entornos, a las relaciones entre la experiencia de la escucha y la sonoridad. Líneas sobre la arqueología del lenguaje oral y el control de los espacios a través del sonido, entregan a los nuevos lectores de AURAL una herramienta no solo de lectura, pues da para pensar y replantearse el mundo a partir del sonido y cómo se puede trabajar con, desde y en él. AURAL es una invitación a tomar “una posición creativa hacia una cultura auralizada”.
El tamborilero del Bruc lo conforman Samuel Toro, Fernando Godoy y Rodrigo Ríos, y el repiqueo lo forma un espectro de destacados hombres de sonido, tales como Llorenç Barber, José Manuel Berenguer, Sebastián Jatz, Alejandra Pérez, David Velez, y Nicolas Collins, entre algunos que participaron en esta primera edición.
La Revista AURAL la puedes conseguir online en www.chancacazo.cl / info y contacto: [email protected] / Valor en tiendas: 3.000
*Esta nota fue publicada por nuestro medio en su impreso nacional en enero de 2014 y aún nos parece lícito invitarlos a participar de esta gran iniciativa de lecturas en torno al arte y el sonido.
Por Sommer Ballesta
El Ciudadano