En vivo: Fernando Milagros lanzó ‘San Sebastián’

El miércoles pasado, el músico nacional Fernando Milagros presentó por segunda noche consecutiva su reciente disco ‘San Sebastián’, en el Centro Cultural Gabriela Mistral

En vivo: Fernando Milagros lanzó ‘San Sebastián’

Autor: Cristobal Cornejo


El miércoles pasado, el músico nacional Fernando Milagros presentó por segunda noche consecutiva su reciente disco ‘San Sebastián’, en el Centro Cultural Gabriela Mistral. Apoyado por una banda de fogueados músicos, confirmó sus proyecciones internacionales, de mano de un puñado de macizas composiciones.

Aunque, ‘San Sebastián’ estuvo por un período liberado para su descarga en el sitio de su sello –una práctica cada vez más recurrente de esta pujante ‘nueva industria’ chilena- el despliegue en vivo de su contenido llenó uno de los auditorios del pulcro recinto que lleva el nombre de la poetisa lesbiana.

En las afueras, el mesón del sello Quemasucabeza lucía los brillosos los vinilos de Gepe, Caravana y ‘San Sebastián’, así como postales de descarga digital legal, confirmando la muerte del disco compacto, y la actual estrategia de los sellos independientes nacionales más cotizados.

Una vez adentro, un enorme escenario tuvo al frente a Milagros, parapetado desde el comienzo tras una manta y un sombrero, cual forajido. “Abuelo”, misma introducción del disco, abrió el concierto en medio de una penumbra que acentuó aún más el espíritu de esa terrosa canción.

Los días previos la prensa señaló que Milagros aplicaría sus conocimientos en diseño teatral para ofrecer un show “que fuese más allá de la música”. Lo cierto es que, aparte de un notable diseño de iluminación y un par de proyecciones que pasaron casi desapercibidas, no hubo mayores sorpresas sobre el escenario, que, en cuatro tarimas espacializaba a su banda de apoyo, formada por muy buenos músicos más o menos conocidos.

Los dos integrantes del dúo Philipina Bitch, en guitarra y bajo,  un tecladista, el baterista Matías Mardones y una chica en los coros, fueron el complemento perfecto para la presentación de las canciones.

Una vez que entró al ruedo el sonido colectivo, uno podría pensar en justificar el valor de la entrada. Un sonido profundo y claro acompañó todas las canciones que, una a una, tomaron vida en medio de un flujo muy interesante entre lo acústico y lo eléctrico.

Desde “Soltar” hasta “Una sola vuelta”, Milagros se vio seguro y cómodo en la nueva orientación que ha tomado su música, equilibrio entre folk(lore), rock,  momentos etéreos (“Canción de otro tiempo”), minimalismos, y formato de banda (“Rey Mayor”).

Alternando entre la guitarra eléctrica y electroacústica, Milagros también tomó el cuatro para tocar “Angelito”, y el banjo para “Carnaval”, single indiscutido que en el disco cuenta con la participación de Christina Rosenvinge.

Probablemente, uno de los puntos más altos fue “Nahual” (con Gepe en los timbales), una canción que como otras, es un buen himno cargado de una épica que evoca otros tiempos.

A fin de cuentas, lo bueno que tiene Fernando Milagros es la manera como ha ido asumiendo sus cambios y giros, lo que transmite con naturalidad. Algo que le aplaudimos al Gepe de ‘5×5’ y ‘Gepinto’, pero que parece haberse extraviado, con el tiempo, entre las luces de los flashes.

 

 

Por Cristóbal Cornejo

El Ciudadano

Fotografías: Nino Aguilera

 


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