Epistolas eróticas. James Joyce a Nora ( II Parte)

Un paseo por las eróticas, sucias, poéticas y cariñosas cartas que Joyce le escribió a su mujer Nora desde Dublín hasta Trieste


Autor: Florencia Astaburuaga

James Joyce, uno de los escritores más influyentes del siglo XX; su obra literaria suele ser un referente obligado (Ulises) cuando se habla del llamado modernismo anglosajón. Más allá de las obras conocidas como muchos escritores, se han descubierto sus epistolas, cartas que  ademas de darnos un vistazo a quienes son nuestros autores favoritos, nos siguen mostrando la forma de su escritura.

James Joyce, una pluma versátil, muy basta, que se atrevió a plantiar cambios en la escritura, recordemos su Ulises, el viaje de un héroe moderno, el del día a día, le escribe a  Nora Barnacle, su esposa.

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9 de diciembre de 1909

44 Fontenoy Street, Dublín

Mi dulce sucia pajarita folladora. Aquí está otra nota para comprar bragas bonitas o ligueros o ligas. Compra bragas de puta, amor, y trata de perfumarlas con algún suave aroma y de decorarlas también un poquito por atrás.

Pareces ansiosa de saber cómo recibí tu carta que, dices, es peor que la mía. ¿Cómo que es peor que la mía, amor? Sí, es peor en una o dos de sus partes. Me refiero a la parte en la que dices que lo harás con tu lengua (no me refiero a que me chupes) y en esa amable palabra que escribiste tan grande y subrayaste, pequeña pícara. Es estremecedor escuchar esa palabra (y una o dos de las que no escribiste) en los labios de una chica. Pero ojalá hables de ti y no de mí. Escríbeme una carta larga, larga, llena de esas y otras cosas acerca de ti, querida. Ahora ya sabes cómo endurecérmela. Dime las cosas mínimas acerca de ti tan minuciosamente como sean de obscenas, sucias y secretas. No escribas más. Deja a cada oración llenarse de sucias palabras y sonidos sin recato. Son lo más amable de oír y de ver en el papel, porque las más sucias son las más bellas.

Las dos partes de tu cuerpo que hacen las cosas más sucias son las que yo más quiero. Prefiero tu culo, querida, a tus tetitas, porque hace cosas más sucias. Si amo tanto tu coño no es por ser la parte de tu cuerpo que penetro, sino porque hace otra cosa sucia. Puedo pasar todo el día acostado masturbándome en la contemplación de la divina palabra que escribiste, y la cosa que dices quisieras hacer con tu lengua. Ojalá pudiera oír a tus labios murmurando esas poderosamente excitantes palabras obscenas, ver tu boca haciendo ruidos y sonidos lascivos, sentir tu cuerpo agitándose debajo de mí, oír y oler los gruesos sucios pedos de muchacha ir pop pop fuera de tu hermoso culo de muchacha desnuda y follar, follar, follar a mi ardiente culo sucio de pajarita folladora por siempre.

Estoy contento ahora porque mi putita me dijo que quiere entregarme su trasero, y quiere que la folle por su boca, y quiere desabotonarme y sacar mi palito y mamarlo como una teta. Más y más sucias que éstas quiere mi pequeña folladora desnuda que le haga, mi perversa excitable amante, mi dulce pedorrita obscena.

Buenas noches mi coñito, me voy a acostar y pajearme hasta acabar. Escribe más y más sucias cosas, querida. Acaricia tu coñito mientras me escribes para hacer peor y peor lo que escribes. Escribe grandes las palabras obscenas y subráyalas y bésalas y ponlas un momento en tu dulce sexo caliente, querida, y también levanta un momento tu vestido y ponlas debajo de tu querido culito pedorro. Haz más si quieres y mándame entonces la carta, mi querida pajarita folladora del trasero café.

JIM

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[Fragmento de una carta]

Dublín, 13 de diciembre de 1909

…ir a otras? Tú puedes dármelo todo y más de lo que ellas pueden. ¿Querida, crees definitivamente en mi amor? ¡Oh, hazlo, Nora! ¿Acaso no se lee en mis ojos cuando hablo de ti? Como dice tu madre, “se iluminan como velas en mi cabeza”.

Cariño, ahora el tiempo pasará volando hasta que tus brazos me estrechen. Nunca te abandonaré de nuevo. No sólo deseo tu cuerpo (como sabes), sino también tu compañía. Querida mía, supongo que mi amor por ti parece pobre y raído comparado con tu generoso y espléndido amor hacia mí. Pero es el mejor que puedo ofrecerte, querido amor mío. Acepta mi amor, sálvame y protégeme. Soy tu niño, ya te dije, y debes ser dura conmigo, pequeña madre mía. Castígame tanto como quieras. Me parecería delicioso sentir mi carne estremeciéndose bajo tu mano. ¿Sabes lo que quiero decir, Nora mía? Desearía que me pegaras o incluso que me azotaras. No jugando, querida, sino en serio, y en mi carne desnuda. Desearía que fueras dura, dura, querida, y tuvieras grandes y orgullosos pechos y muslos rollizos. ¡Querría ser azotado por ti, Nora, amor! Me hubiera gustado hacer alguna cosa que te molestara, siquiera algo trivial, quizá mejor una de mis sucias costumbres que te hacen reír: y escuchar entonces que me llamas a tu cuarto y encontrarte sentada en la silla de brazos con tus robustos muslos abiertos y tu cara bien roja de ira y un bastón en la mano. Te veo mostrándome lo que hice y entonces con un movimiento de rabia me empujarás hacia ti y hundirás mi rostro en tu seno. Entonces sentiré tus manos bajándome la trusa y hurgando dentro de la ropa y levantando la camisa, para encontrarme luchando con tus fuertes brazos en tu seno y sentirte inclinada sobre mí (como una nodriza que fustiga el trasero de un niño) hasta que tus grandes y llenos pechos casi me toquen y te sienta azotarme, azotarme, azotarme malvadamente en mi carne desnuda y estremecida! Perdóname, cariño, si esto es insensato. Empiezo la carta con total tranquilidad y debo terminarla ahora en mi estilo alocado.

Querida, ¿estás ofendida por mi forma desvergonzada de escribir? Supongo que algunas de las cosas obscenas que escribí te hicieron sonrojar. ¿Estás enfadada porque te dije que me gustaba mirar la mancha oscura que aparece tras tus bragas blancas de adolescente? Supongo que me consideras un inmundo desgraciado. ¿Cómo contestarás estas cartas? Espero, y espero que tú también, me escribas cartas incluso más desaforadas y sucias que las mías.

Nora, puedes hacerlo si sólo lo deseas, pero también debo decirte que [INCONCLUSA]


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