La fotografía arquitectónica es la encargada de capturar y describir los espacios creados por el hombre. A nivel urbano, puede retratar una ciudad o la relación de un edificio o desarrollo con su entorno. También se usa en interiorismo, para ilustrar la relación entre mobiliario, color, textura, ritmo e iluminación con el espacio propuesto por el arquitecto o diseñador en cuestión.
Por lo general, este tipo de fotografía se asocia a la comercialización del producto arquitectónico. Dicha especialidad es útil para mostrar proyectos, preparar su publicación en libros y revistas del rubro o para actualizar un portafolio. Por este motivo, se busca resaltar tal o cual aspecto del estilo proyectado. Además es útil para constructoras, urbanistas, desarrolladores inmobiliarios, etc.
Pero también, se le suele dar libertad expresiva al artista que está detrás de la cámara para generar su propio trabajo, más o menos independiente de los fines empresariales del concratante. Y otras veces, simplemnte, se trata de artistas interesados en las posibilidades composicionales y expresivas de la aquitectura.
En cualquier caso, se trata de visualizar el espacio contenido entre muros, encontrar la sustancia del vacío y su relación con lo que lo delimita. Se buca situar el edificio en el contexto de ciudad, para definir cómo dialoga con el entorno, si se mimetiza, se entiende o se hace notar, o simplemente se busca el detalle elocuente. Las posibilidades, por supuesto, son infinitas.
Desde El Ciudadano, pensamos un conjunto de seis entregas sobre fotografía arquitectónica. Hicimos una selección de fotógrafos especializados en esta amalgama de arquitectura y fotografía, donde el predominio neto lo tiene la composición formal. Publicaremos el trabajo de un fotógrafo por vez.
Sin más, aquí va el octavo: Peter Bialobrzeski es un fotógrafo alemán (nacido en 1961, en Wolfsburg) conocido principalmente por sus fotos de las grandes metrópolis de Asia.