El fotógrafo neoyorquino Alfred Cheney Johnston (1885-1971) realizó retratos de las coristas del Ziegfeld Follies, mujeres libres, seguras y femeninas.
El local Ziegfeld Follies se arruinó en la Gran Depresión en 1931 y el fotógrafo murió un año después de una infección pulmonar recurrente. Durante la enfermedad, sufrió delirios y un gran miedo a la muerte patologías que intentó combatir con orgías bañadas con mucha ginebra.