Encontrarse con un gigante de la música, abordarlo y derribarlo no es sencillo, pues solemos mantener a nuestros ídolos en un lugar intocable el mayor tiempo posible, por encima de quien sea y aquel que se atreva a atacar su producción musical estará cometiendo pecado mortal.
Hay bandas que han llegado a grabar piezas maestras dejando su nombre marcado en piedra y su erosión es mucho más lenta a comparación de las bandas que continúan transformando su nombre poco a poco.
Es por eso que la cuestión Foo Fighters y Nirvana es un tema excepcional. No creo ser el único que ha llegado a debatir internamente e incluso con otras personas, la importancia y trascendencia de ambas bandas que están ligadas por un integrante en común: Dave Grohl.
La vida llevó a Grohl a tocar en una de las bandas que definieron a la generación X y con una de las más importantes leyendas de la música: Kurt Cobain. La banda cosechó grandes éxitos en la primer mitad de los 90 hasta que una escopeta dirigió el triste final de Cobain, convirtiéndolo a regañadientes en la voz de toda una generación y en el último gran ídolo de las masas.
Un abrupto final para un gigante del momento; los músicos sobrevivientes siguieron los caminos más obvios para quienes de pronto se encontraban desempleados: uno se fue a la política y otro se convirtió en uno de los rockstars más populares historia.
Foo Fighters nació poco después de la desintegración de Nirvana y es donde comienza la inevitable comparación. No es un choque de músicos y mucho menos de amigos, es un esfuerzo por entender la importancia y trascendencia de las bandas que han marcado generaciones. Nirvana fue voz de la generación X, de personas que a principios de los 90 eran adolescentes y algunos ya adultos. Su música continúa influenciando durante etapas nihilistas y es una de las bandas esenciales para introducirse al rock, es parte de la clase 101 de cualquiera que comience a escuchar este genero.
Foo Fighters por su parte ha creado música constantemente desde su formación hace 21 años. Ocho discos de estudio son lo que la banda ha entregado y con el paso del tiempo ha llevado a diferentes generaciones su trabajo. Desde los incrédulos fans que pensaban que la carrera de Grohl había terminado con Nirvana, pasando por los adolescentes del nuevo milenio y llegando a otros tantos que los conocieron con sus últimas dos producciones como Wasting Light y Sonic Highways.
Se debe entender que los dos vivieron en tiempos diferentes, 20 años no parece mucho tiempo en la historia pero miles cosas han cambiado desde entonces. Nirvana saltó a la fama odiándola, rechazándola y retando las convenciones sociales. Su trabajo de estudio fue bien recibido y nadie niega que la grandeza venía de su capacidad creativa, pero en cuanto a fama, lo que los mantiene como una de las bandas más importantes se debe a la trágica muerte de su vocalista. Una banda que exploró todas las caras del rock en el momento indicado. Drogas, sexo, amor, fama, odio y muerte se conjuntaron en Cobain quien obedeció a la idea de vivir rápido y dejar un cadáver bonito.
Por su parte, en los últimos años y con mucha ayuda de Internet y las redes sociales, Foo Fighters ha crecido para convertirse en el favorito de millones alrededor del mundo. Esta fama la aceptaron con los brazos abiertos y han dado una nueva cara al rock. Cuando anunciaron su visita a México en 2013, hicieron un video especial porque conocían la base de admiradores que tienen aquí, dejando en claro, además, que sus videos musicales siempre han jugado con la comedia y su sus ideas son geniales.
También es admirable el enfoque que tienen hacia los fanáticos, pues hacen lo que hacen gracias a ellos y es por éstos y su amor a la música que siguen tocando al rededor del mundo. Dave Grohl tiene una pierna rota pero continúa de gira en uno de los tronos más impresionantes que un músico puede tener.
Evidentemente ser una banda trascendental tiene sus consecuencias. Nirvana entregó tres álbumes de estudio y a partir del fin de la banda, las disqueras, familias y empresas se dedicaron a explotar todos los demos y sencillos que nunca vieron la luz. Todos han sido aceptados con gran entusiasmo y aprecio. Mientras tanto, Foo Fighters han cosechado ocho discos en los que llegan a brillar por el desborde de energía aunque como suele suceder con cualquier agrupación tienen un disco que pasó sin pena ni gloria por las tiendas de discos: Echoes, Silence, Patience & Grace uno de los más esperados de 2007.
No es cuestión de quien hace más o menos, es entender que su música converge entre tiempos, son dos proyectos y discursos distintos; su importancia radica en el momento en que se les escucha; son tan grandes como el amor a la música los haga ver y si Nirvana es el exponente del grunge y el rock posicionado en un pedestal del que nadie los bajará, Foo Fighters es la otra cara de la moneda: los que intentan cambiar las cosas y que han aprendido a vivir con la fama sin dejar de lado su amor por el rock.
Vía: http://culturacolectiva.com
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