Se cumplen 136 años del natalicio del autor de “La Metamorfosis” y “El Proceso”
“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Esas palabras, que ya son célebres, dan inicio a La Metamorfosis, obra cumbre del escritor checo Franz Kafka, nacido hace 136 años.
Considerado uno de los escritores más influyentes de la literatura universal, Franz Kafka es autor de una obra no muy extensa pero que se ha transformado en referencia obligada para lectores y escritores de todo el mundo.
Nació en Praga, República Checa, el 3 de julio de 1883. Poseía una compleja personalidad inescrutable, atormentada y paradójica, que sumada a su perspectiva sobre el mundo, hizo que en muchos países se utilice el término “kafkiano” para referirse a situaciones rebuscadas, laberínticas, angustiosas o actitudes complejas que recuerdan a las que Kafka reflejó en su obra.
Pertenecía a una familia de comerciantes judíos. Comenzó su formación en la escuela de gramática alemana en el Palacio Kinský; su familia estaba influida por la cultura alemana. Su padre, Hermann Kafka, al casarse adquirió una cómoda posición y pudo costear una buena formación para su hijo en un colegio alemán ubicado en Praga, detallan las biografías publicadas en la web.
Fue el mayor de 6 hermanos, de ese total tres eran mujeres que fueron llevadas por los nazis a los campos de concentración y de exterminio, donde perecieron en las cámaras de gas junto a otras 1.300 personas que murieron en el holocausto.
Cuando terminó sus estudios su padre lo obligó a cursar leyes. Realmente el escritor no estuvo de acuerdo porque nunca se sintió interesado por esta rama, lo suyo era la literatura. Sin embargo, por no contrariarlo, obtuvo su título en derecho en 1906, en la Universidad alemana de Charles-Ferdinand.
Durante su etapa universitaria conoció a Max Brod (1884-1968), quien, además de ser su amigo más íntimo, fue su editor y biógrafo, así como el salvador y promotor de sus escritos. Asimismo, entabló amistad con intelectuales y literatos como Oskar Baum (1883-1941), Felix Weltsch (1884-1964) y Oskar Pollak (1883-1915).
En 1907 encontró trabajo en la compañía de seguros Assicurazioni Generali; un año después comenzó a laborar en el Instituto de Seguros de Accidentes de los Trabajadores del Reino de Bohemia, donde permaneció hasta 1922 cuando se retiró aquejado de tuberculosis., señala una nota publicada por El Correo de Durango.
En esa época publicó historias cortas en la revista Hyperion, que recopiló en su colección Contemplación (1912), y escribió novelas breves y cuentos, así como sus diarios.
Además en estos años cultivó su interés por la mística y el judaísmo oriental, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo socialista.
En 1917 padeció los primeros síntomas de tuberculosis. Sin embargo, a pesar de su enfermedad, sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y su empleo de burócrata, se dedicó intensamente a la literatura a lo largo de su vida.
A decir de la crítica especializada sus obras se caracterizan por una marcada vocación metafísica, una síntesis de absurdo y lucidez, por personajes que son agitados por instancias ocultas y por un pesimismo irónico.
En sus escritos aborda situaciones sociales, angustiosas y grotescas, con un estilo que va desde lo fantástico al realismo más estricto, indican sus biógrafos.
Desde que le diagnosticaron la tuberculosis su estado de salud fue agravándose, por lo que tuvo que estar internado en varias oportunidades, hasta su muerte en 1924, mientras se encontraba recluido en el sanatorio de Wiener Wald, cerca de Viena. Tenía 40 años.
Entre sus obras fundamentales destacan:
La metamorfosis (1915)
Narra la historia de Gregorio Samsa, un comerciante de telas que vive con su familia a la que él mantiene con su sueldo, quien un día amanece convertido en una criatura no identificada claramente en ningún momento, pero que tiende a ser reconocida como una especie de cucaracha gigante. En ocasiones el título es traducido como La transformación.
El proceso (1925)
Publicada de manera póstuma por primera vez en alemán en 1925 como Der Prozess, relata la historia de Josef K. arrestado una mañana por una razón que desconoce. Desde este momento, el protagonista se adentra en una pesadilla para defenderse de algo que nunca se sabe qué es y con argumentos aún menos concretos, tan solo para encontrar, una y otra vez, que las más altas instancias a las que pretende apelar no son sino las más humildes y limitadas, creándose así un clima de inaccesibilidad a la “justicia” y a la “ley”.
Carta al padre (1919)
La epístola fue escrita por Kafka a su padre Hermann, criticándolo por su conducta emocionalmente abusiva e hipócrita hacia él. Fue publicada (al igual que la mayoría de los escritos de Kafka) póstumamente, en 1952. El texto resulta de vital importancia para comprender la relación de Kafka con su padre, aspecto elemental en la biografía del autor.
Un artista del hambre (1922)
Relato sobre un individuo marginado y victimizado por la sociedad. La historia detalla la decadencia y muerte de un artista ayunador profesional de un circo que se muere de hambre en una jaula.
Un médico rural (cuento corto)
Un galeno se siente rebasado por las expectativas puestas en él por la familia de un enfermo grave, que quiere obligarlo a curarlo aún por la fuerza. La dificultad de salvar al joven agonizante se complica porque el médico, narrador del relato por ir aprisa al pueblo 10 millas distante de su casa, ha tenido que dejar a su criada, la bella muchacha Rosa, en las garras de un cochero que la viola en su propia casa.