Gianfranco Rosi obtuvo el máximo galardón del prestigioso Berlinale el viernes pasado por el documental Fuocoammare (Fuego en el mar) que figuraba desde el inicio como uno de los favoritos.
El documental exhibe la dramática realidad que deben enfrentar los refugiados que día a día arriesgan sus vidas para buscar una nueva oportunidad para llegar a la isla de Lampedusa en Italia
La producción de Rosi era un grito desgarrado, es una llamada de atención sobre una situación que está presente hace muchos años donde han muerto 400.000 personas en los últimos años, entre ellos niños, mujeres y hombres.
Las produciones Smrt u Sarajevu (Death in Sarajevo), del bosnio Danis Tanovic fue laureado con el Premio Especial del Jurado
Hedi ganó en la categoría de mejor ópera prima y el Oso de Plata a su actor, Majd Mastour.
El premio a la mejor actriz fue para la danesa Trine Dyrholm por su actuación en Kollektivet (The Commune), basada libremente en las experiencias de infancia de su director Thomas Vinterberg una película sobre los ideales de la década de los 70´representados en un matrimonio que se cambia a un campo cerca de Copenhague el que se va convirtiendo lentamente en una comunidad para ser finalmente un experimento social.
El Oso de Plata fue para la directora de L’avenir Things to Come Mia Hansen-Løve, que cuenta una historia positiva sobre la reinvención de uno mismo ante la adversidad.
El premio en memoria del fundador de la Berlinale Alfred Bauer se le concedió a la producción filipina Hele Sa Hiwagang Hapis, (A Lullaby to the Sorrowful Mystery) de Lav Diaz que ahonda en el mito que hay tras la figura de Andrés Bonifacio y de Castro, considerado uno de los autores más influyentes en la lucha contra el dominio colonial español en las Filipinas