Con la musicalización de siete poemas de Gabriela Mistral, Gabriela Barrenechea estrena el disco ‘Todas íbamos a ser reinas’ en Chile de la mano de Ceibo, que se estrena como sello musical. La placa también contiene una canción de Yván Olguín, una de Cecilia Echeñique, y una de autoría de la cantante.
En el concierto gratuito de lanzamiento del disco y el sello musical de Ceibo, la cantante estará acompañada por la trovadora nacional Evelyn Cornejo, este jueves 18 de diciembre, a las 20:30 horas, en la sala de TeatroCinema (Ernesto Pinto Lagarrigue 179, Barrio Bellavista, Recoleta).
Dauno Tótoro, director de Ceibo, comenta que el objetivo de sumarse a la producción musical es “generar vínculos de complicidad con músicos nacionales, para ofrecer integrar sus capacidades creativas al trabajo de generación de espacios de difusión y promoción que hacemos desde el área editorial y documental”.
Barrenechea, respecto de su producción ha dicho que las músicas que ha compuesto son muy diversas “y en ellas están mi ‘chilenidad’ y ‘latinoamericanidad’ (milongas, tonadas, valses), pero también otros aires más de este lado del mundo, debidos sin duda a mi recorrido por la música clásica, a mi larga estadía en Francia –donde reside- y a mi gran amor por la música sefardí. No hay separación: soy todo eso, entre oralidad y música escrita, entre el allá y el aquí, entre india y sefardí. Músicas errantes”, apuntó.
La placa con base en obras de Gabriela Mistral como ‘Desolación’; ‘Ternura’; ‘Tala’, y ‘Lagar’, recoge el título “Todas íbamos a ser reinas”, de la ganadora del Premio Nobel en 1945 y el Premio Nacional de Literatura en 1951.
Los siete poemas musicalizados son: ‘Riqueza’; ‘Extranjera’; ‘Tierra’; ‘Canción Quechua’; ‘Vergüenza’, y ‘Miedo’. El disco además incluye ‘Ningún Camino’, Yván Olguín; ‘Puerto Esperanza’, y la composición de la intérprete ‘’Desde mi ventana’.
LA CANTANTE
Gabriela Barrenechea llegó a París en los años ’80 luego de haber vivido la dictadura militar chilena, y finalmente se radicó en Angers (Francia).
Su voz de mezzo-soprano la llevó a interpretar obras tales como “Requiem”, de Mozart, en La Rochelle (Francia) en 1985; “La Stabat mater de Pergolesi”, en Chateaubriand (Francia) en 1992, y «Las bodas de Fígaro», en el papel de Bufona.
En el campo de la música, participó en obras en el Olympia (Francia) en 1994, y en producciones internacionales en México, Benin, Chile, Marruecos, Italia, Suiza, Inglaterra. En Francia, canta en la Sainte Chapelle de París, y en los teatros de: los Campos Elíseos, Bercy, de la Vieille Grille, y en el del Este de París. Es cantante habitual en el Pays de la Loire (Francia), incluso con la compañía Patrick Cosnet. Y también ha incursionado en la actuación, como es el caso del año 2000, en el Festival de Avignon (FR), donde realizó varios papeles en obras de Cie Cosnet.
Francia fue su primer país de exilio, y cuando Gabriela canta a Pablo Neruda y Gabriela Mistral, dice con orgullo pertenecer a la cultura chilena, donde ella nació. Pero también se ha dejado cautivar por Prévert o Mac Orlan, Barbara y Pierre Perret (poetas franceses). Su repertorio se enriquece con las canciones y la música sefardí (Trío Morenica).
Ha enseñado canto clásico en el conservatorio de Angers (Francia) y en diferentes estructuras municipales y nacionales de ese país y Benin.
Desde el año 2006, aparte de su actividad como cantante y actriz, da cursillos de canto y eutonia, de cuerpo y voz.