Hasta este viernes ‘Water Resistence’ instalación de agua y electricidad

Water Resistance es una instalación objetual escultórica donde se abordan las relaciones del agua y la electricidad desde un punto de vista técnico, material y poético, permitiendo reflexionar sobre la importancia de éste elemento y de dicho vínculo con referentes históricos, culturales, tecnológicos y políticos.

De acuerdo a Christian Oyarzún, desarrollador de la aplicación, y Claudia González, desarrolladora del hardware, el agua y la electricidad comparten un espacio de necesidad recíproca que las atrae y repele, una juntura que, en el ejercicio cotidiano y ante la presencia del hombre, aparenta ser antagónica e imposible, temeraria y peligrosa.

«Si la relación entre el arte y la tecnología se ha dado históricamente de una manera natural, en tanto que la pregunta por el medio, el soporte y la materialidad ha sido desde siempre una preocupación intrínseca a la reflexión artística y desde ahí el uso de determinados medios se hace parte de una preocupación social, histórica o política. Entonces es posible pensar acerca del control que históricamente ha ejercido el hombre sobre la naturaleza a través de la construcción de diversos artificios basados en los estudios e investigaciones sobre el agua, determinando metafóricamente el vínculo establecido por el arte, sus técnicas y la tecnología, produciéndose una asociación y analogía en los procesos de desarrollo, especialización y transformación de la ciencia», señalan.

Water Resistance articula en una misma obra/dispositivo el agua y la electricidad, dando forma y carácter poético a sus atributos químicos como sustancia resistiva, sus efectos simbólicos y físicos sobre el ser humano.

En este sentido el sistema técnico empleado en Water Resistance da cuenta de ello a partir del sonido en diferentes rangos de frecuencias tonales y atonales, de una manera completamente efímera y cambiante, azarosa entre comillas que expone el agua en su dimensión cíclica, inmaterial y transparente, donde la caída, la corriente y el flujo determinan el patrón rítmico y el espectro sonoro de la obra.

Descriptivamente, Water Resistance  es una instalación objetual escultórica compuesta por tres estructuras mecanas de color gris de 92 cm de largo por 63 cm de ancho y 2 mts de alto.

Cada una de estas estructuras posee un recipiente de acrílico transparente de 62 cm de largo por 91 mts de ancho y 30 cm de alto.

El recipiente tiene agua en su interior y una bomba que hace circular el líquido a través de una manguera transparente elevada hasta la altura máxima de la estructura mecana. En la parte superior, la manguera tiene una serie de perforaciones que dejan caer el agua sobre el recipiente de acrílico.
Dentro de las cajas de acrílico se inserta una pieza de acrílico transparente con perforaciones y 120 terminaciones metálicas redondas a través de las cuales fluye el agua y vuelve al recipiente.

Por debajo de este recipiente se instala una bandeja con 3 circuitos electrónicos, Cada uno de estos circuitos poseen 1 parlante dispuesto en relación a los circuitos.

El funcionamiento de estos circuitos es activado con la caída del agua sobre las terminaciones metálicas, las que en contacto con el agua generan un valor de entrada en los circuitos, tal como si fuera un potenciómetro o resistencia variable. El microprocesador del circuito interpreta estos valores y los traduce en señales de audio de diferentes frecuencias.

Las frecuencias están divididas en tres tipos de sonidos: atonales, tonales graves y agudos, escuchándose polifónicamente de acuerdo a la velocidad del flujo y de la caída del agua.

La bomba de agua tiene a su vez un temporizador que enciende y apaga aleatoriamente en un rango de mínimo y máximo de tiempo.

Estas determinaciones tendrán directa influencia en la relación del agua y el sonido, estableciéndose diferentes tonos y patrones sonoros.

Water Resistance  se exhibirá hasta el día 11 de noviembre de 2011,  de 10:00 a 19:00 hrs, en la Galería Bech, ubicada en  Alameda #123, metro Baquedano.

El Ciudadano

Fotos: Francisca Montes