El 18 de abril de 1930 nació, en el departamento de Yoro, en Honduras, el poeta Roberto Sosa, considerado como uno de los más importantes y prestigiosos poetas tanto de Honduras como de Centro América.
Este poeta realizó sus estudios en Cincinatti, Ohio, donde se recibió en la Maestría de Artes. Dirigió varias revistas y galerías de arte, además de catedrático de literatura en el Upper Montclair College de Nueva Jersey, de acuerdo al sitio “Educatrachos”, donde se expone como una de las figuras más relevantes de la literatura hondureña.
Colaboró con periódicos importantes de Honduras y Centroamérica. Su trabajo trascendió las fronteras de su tierra, pues fue comentada y bien recibida en sitios como España, México, Cuba y Colombia. En España, fue acreedor del premio “Adonais” de poesía, por su trabajo “Los pobres”, en el año de 1968. Más tarde, obtuvo el prestigioso galardón “Casa de las Américas”, por su libro “Un mundo para todos divido” en 1971, de acuerdo a la base de datos sobre poetas y escritores “Arte Poética”. En esa ocasión, los jurados del premio contaban entre sus filas a los escritores Gonzalo Rojas y Eliseo Diego.
Este sitio destaca que, además, Sosa también fue jurado, en otras oportunidades, del premio “Casa de las Américas” y que su legado literario le valió, en 1990 el grado de Caballero en la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de la República de Francia.
El sitio web, “Rebelión” destaca que Sosa era un poeta más cuya temática estaba en favor de los pobres y los más desfavorecidos por la sociedad, pese a la cantidad de galardones y distinciones que había obtenido.
Publicó numeroso títulos y sus poemas han sido traducidos al chino, inglés, francés, alemán, ruso, italiano, japonés. También fue escritor de prosa.
Sosa falleció, en 2011, un 23 de mayo, en Tegucigalpa. Su muerte fue objeto de numeroso artículos, por el gran legado que sus versos habían dejado para el pueblo hondureño.
Uno de sus poemas, “Los más pobres”, es una muestra de su postura literaria, con respecto a la desigualdad social:
Los pobres
Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.
Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.
Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.
Pero desconociendo sus tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.
Por eso
es imposible olvidarlos.
Por Miriam García