La prensa local de Rusia calificó como uno de los acontecimientos culturales más importantes de 2016 a la primera retrospectiva de Frida Kahlo que se inauguró hoy en el Museo Fabergé de San Petersburgo.
La exposición consta de 34 piezas; se trata de pinturas y dibujos, en su mayoría pertenecientes al Museo Dolores Olmedo, aunque también hubo aportaciones de la galería Arvil y de la colección del nieto de Diego Rivera, Juan Coronel Rivera.
En la inauguración participó el presidente de la Cámara de Diputados de Rusia, Serguei Naryshkin, así como el embajador de México en ese país, Rubén Beltrán.
Durante su intervención, Naryshkin apuntó que la exposición “confirma que el arte existe al margen del tiempo y fuera de fronteras nacionales, religiosas, de Estados. Los visitantes de esta muestra tienen la oportunidad de acercarse a la singular cultura de México y de admirar los trabajos de Frida Kahlo”.
Por su parte, el embajador mexicano insistió en que hace poco fue el 125 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas y destacó que la retrospectiva “ratifica los lazos que unen a los pueblos ruso y mexicano, siendo uno de ellos nuestra pasión por el arte”.
Para evitar largas filas, el director del Museo Fabergé, Viktor Voronchenko, decidió limitar la venta de boletos, por lo que diariamente podrán visitar la exposición 2 mil personas: “técnicamente fue muy compleja la organización de esta exposición, que duró de hecho casi un año, pero puedo decir que logramos traer a Rusia todo lo que la legislación mexicana permite sacar temporalmente de México”.
Además de las pinturas y bocetos, la retrospectiva incluye 100 fotografías de diferentes periodos de la vida de Kahlo y una muestra de trajes típicos, como los que ella solía utilizar.
El Ciudadano