Jenkins es una de las decenas de directores de Hollywood que están pidiendo ayuda financiera para los cines al gobierno de Estados Unidos. Sin ella, advirtió, la tradición de un siglo de antigüedad de ir al cine podría desaparecer de la cultura estadounidense.
“Si cerramos esto, no habrá un proceso reversible”, dijo Jenkins en una entrevista desde su casa de Los Ángeles. “Podríamos dejar de ir al cine para siempre”, agregó.
Aunque la asistencia al cine se ha recuperado en algunos países luego de las medidas de confinamiento aplicadas en el ámbito mundial en marzo, el mercado estadounidense está en apuros. Cineworld Group Plc está cerrando temporalmente sus salas Regal que reabrieron en agosto.
La Asociación Nacional de Propietarios de Cines dijo que el 69% de las compañías pequeñas y medianas podrían verse forzadas a presentar la bancarrota o cerrar definitivamente.
Jenkins dijo que los extendidos cierres de salas habían llevado a los estudios de Hollywood a dejar de invertir en películas para el cine y a optar por el streaming.
“Podría ser el tipo de cosa que ocurrió con la industria de la música, donde se podría desmoronar toda la industria al convertirla en algo que no puede ser rentable”, agregó.
Las películas de acción costosas como “Wonder Woman” serían mucho menos comunes en streaming, dijo, y las audiencias se perderían la experiencia de verlas en una pantalla grande junto a un grupo de personas.
“No creo que ninguno de nosotros quiera vivir en un mundo en el que la única opción sea llevar a tus hijos a ver una película en tu sala de estar”, sostuvo, y “no tener un lugar adonde ir para una cita”.
Algunas de las principales películas de Hollywood de este año, incluida “Mulan” de Disney Co, se saltaron el cine y se estrenaron directamente en streaming.
Jenkis dijo que esa opción no estaba siendo considerada para su secuela, “Wonder Woman 1984”. Su filme “Wonder Woman” de 2017 recaudó 822 millones de dólares en la taquilla mundial.