Hace ya varios meses, la ONU se posicionó en contra de la sexualización de menores de edad en los animes y mangas japoneses (centrándose en los personajes femeninos); señalando que la recién aprobada Ley Anti-Pornografía Infantil de aquél país debía de extenderse a las obras de los géneros mencionados. Esto después de que Maud de Boer-Buquiccihio, enviada especial del organismo, señalara que la legislación nipona no toca ese medio de entretenimiento.
Bueno, ahora Japón ha salido a defender su producción cultural, en voz de la diseñadora gráfica, Kumiko Yamada. Ella señala que lo mostrado en los animes y videojuegos, no necesariamente tiene una correspondencia en el mundo real, pues toda la acción se desarrolla en una ficción; por lo que erradicarla no ayudará realmente a proteger los derechos de las mujeres.
Continúa mencionando que muchas mujeres japonesas trabajan en la realización de las obras citadas; desempeñándose no sólo como empleadas de los estudios, sino como creadoras y directoras de las mismas. Al prohibir su producción se crearía el efecto inverso, pues de manera automática quedarían sin empleo, además de sufrir censura por lo que ellas han desarrollado; es decir, sería una forma de sexismo.
Yamada, quien también forma parte del Instituto Femenino Contemporáneo de Cultura Multimedia de Japón, termina su argumento al declarar que poner tanto énfasis en la regulación de lo ficticio, hace que el foco de atención se desvíe de los derechos de las mujeres reales.
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