John William Coltrane, nacido un día como hoy, el 23 de septiembre de 1926 en Hamlet, Carolina del Norte, es uno de los saxofonistas más influyentes en la historia del jazz. Su enfoque innovador y su búsqueda constante de nuevas formas de expresión musical y espiritual dejaron un legado monumental en la música del siglo XX.
Reconocido como un músico extraordinario, Coltrane se destacó en el hard bop y fue pionero del free jazz, incorporando diversos géneros en su amplia discografía. Desde temprana edad, estuvo rodeado de música gracias a su padre, quien lo introdujo en este arte. Tras la muerte de su progenitor, se trasladó a Florida con su madre. En 1947, sirvió en la Marina y se unió a la banda de swing como el único miembro afroamericano. Al regresar de Hawái, retomó sus estudios y comenzó a abrirse camino en la escena del jazz.
Coltrane vivió en una época marcada por tensiones raciales y el impacto de la Segunda Guerra Mundial, enfrentando periodos oscuros que lo llevaron a luchar contra la adicción. Su carrera despegó en las orquestas de figuras como Dizzy Gillespie y Miles Davis, durante el auge del bebop y hard bop en los años 40 y 50. A lo largo de su vida, exploró nuevas fronteras musicales y experimentó un profundo despertar espiritual, influenciado por diversas religiones y filosofías.
En 1955, Miles Davis lo invitó a unirse a su quinteto, lo que le dio visibilidad. En 1957, Coltrane vivió un «despertar espiritual» que lo llevó a un período de gran creatividad y productividad. En los años 60, su música se convirtió en una voz poderosa en el movimiento de derechos civiles, reflejándose en composiciones como «Alabama», que expresaba el dolor de la lucha afroamericana.
Formó su propio cuarteto y exploró nuevos territorios musicales con álbumes como “Giant Steps” y “My Favorite Things”. Su obra maestra, “A Love Supreme” (1965), es un testamento de su búsqueda espiritual, que él mismo describió como una «deuda pendiente con Dios».
Coltrane era conocido por su técnica impecable y su virtuosismo en el saxofón tenor y soprano. Su estilo evolucionó con el tiempo, incorporando escalas modales y una profunda exploración armónica. Su técnica de «sheets of sound» impactó a toda una generación de músicos.
El saxofonista continuó experimentando con formas más libres hasta su muerte. Su obra final fue una exploración sonora ambiciosa que se vio truncada por su prematura muerte a los 40 años, el 17 de julio de 1967, a causa de un cáncer de hígado.
“El jazz es un viaje interminable de exploración y descubrimiento”, solía decir John Coltrane.
Nota especial: Fernando Cabrera para El Ciudadano México
Foto: X
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