José Martí en tela y compromiso  

En el marco de la conmemoración de los 119 años de la caída en combate de Martí, un 19 de mayo de 1895, se lleva a cabo a partir del 15 de mayo en la Corporación Cultural de Recoleta, Calle Inocencia 2711, con el patrocinio de la Embajada de Cuba una exposición pictórica «en tela y compromiso»

José Martí en tela y compromiso   

Autor: Director

lordjru

En el marco de la conmemoración de los 119 años de la caída en combate de Martí, un 19 de mayo de 1895, se lleva a cabo a partir del 15 de mayo en la Corporación Cultural de Recoleta, Calle Inocencia 2711, con el patrocinio de la Embajada de Cuba una exposición pictórica «en tela y compromiso».

 

En Martí viven muchos Martí. El poeta del verso comprometido; el combatiente pacífico, que odia la guerra pero la cree necesaria; el hijo sollozante antes de la aventura emancipadora; el político libertario por la dignidad de los pueblos latinoamericanos. Martí sabe que su primera batalla es por ese concepto tan esquivo en nuestros días: la dignidad. De verso fácil, pero certero, invoca la libertad del espíritu, que el mismo Kant ya decía en el frío siglo XVIII, pero en la lengua de los oprimidos y explotados: en el castellano del ocupador peninsular, pero aculturado al sentido del subalterno americano “ser cultos para ser libres”.

Pudiendo ser la exegética apología de Martí, ya sea desde la literatura o la música, como ya lo hiciera Milanés, Juan Bautista Rodríguez lo lee desde la lágrima dolorosa del olvido colectivo, de un pueblo sin héroes ni ejemplos para incentivar la reconquista de su dignidad. La obra de juan Bautista, desde la plástica, expresa el sentido multidimensional de Martí, lo pone a dialogar con los colores y técnicas mixtas, en donde el punto de fuga del normalismo queda diseminado en la completitud de las telas. La fusión de los colores habla desde la América mestiza, condenada, en donde las lágrimas del fusil martiano aparecen en trazos vivos, en las tonalidades del dolor, la pasión, el verso, están entregados sobre cada una de las obras.

Porque esta muestra no es sosa ni anodina. En la eterna discusión si el arte es política, Juan Bautista responde con la misma certeza de Martí: “la ignorancia mata a los pueblos”. No comprender esta muestra desde la liberación del espíritu a través de la cultura, es como libar con jugo de frutas en el panteón de los héroes perdidos de América Latina. El compromiso con el pueblo está presente en la obra de Juan Bautista que, como Martí, cargó sus pinceles y espátulas con la munición del color, desde la periferia transgresora e incorrecta para las salas de arte y galerías del paneuropeísta desarrollo de la plástica chilena.

En el corolario, la obra de Juan Bautista es parte del verso martiano, ese verso que contó y relató el dolor de las apostasías del ocupador ibérico y la oligarquía feudal, temerosa e ignorante.

Por Voltaire Alvarado Peterson

 


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