La Casa del Escritor mancillada

No conforme con las irregularidades administrativas y contables (no aclaradas) ocurridas durante sus períodos como presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECh), el señor Reynaldo Lacámara Calaf le pone la guinda a la torta, invitando a la Casa del Escritor, en calle Almirante Simpson 7, a un ex colaborador de Pinochet duramente denunciado […]


Autor: Director

No conforme con las irregularidades administrativas y contables (no aclaradas) ocurridas durante sus períodos como presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECh), el señor Reynaldo Lacámara Calaf le pone la guinda a la torta, invitando a la Casa del Escritor, en calle Almirante Simpson 7, a un ex colaborador de Pinochet duramente denunciado por las agrupaciones de derechos humanos. De no creerlo, insólito, vergonzoso, un episodio de deslealtad para con el rol histórico que jugó la SECh en la lucha contra la tiranía militar desde el mismo 11 de septiembre de 1973. Una humillación a la memoria de quienes fueron torturados, desaparecidos, ejecutados, arrojados al mar, exiliados. El invitado en cuestión, fue el actual alcalde de Providencia, señor Cristian Labbé, ex coronel de ejército, boina negra, guardaespaldas de Pinochet, miembro de la DINA y acusado de violaciones a los derechos humanos, como por ejemplo practicar torturas en el campo de concentración de Tejas Verdes. También fue visto en las prisiones de “La venda sexy”, “Londres 38” y “Villa Grimaldi”. Mayores antecedentes pueden ser leídos en: http://memoriaviva.cl/.

¿Habrá pensado el señor Lacámara (que dice ser un comunista respetado –y respaldado- por su partido), cuando daba la mano a Labbé y sacaba su mejor sonrisa para las fotografías, en los muertos y torturados? ¿Habrá recordado los suplicios de Marta Ugarte, Víctor Jara, Víctor Díaz y otros compañeros? Mientras degustaba el señor Lacámara, los bocadillos y licores del cóctel ¿Habrá hecho memoria de los escritores perseguidos, asesinados y torturados por el ejército al cual pertenecía, y pertenece, el señor Labbé? Lo sucedido es una porquería más de la inconsecuencia de quienes hoy dirigen la Sociedad de Escritores de Chile, emporcándola.

¿Dirán por fin algo los escritores de Chile, que ven como su casa, producto de muchos esfuerzos, hoy es mancillada por las actitudes del señor Reynaldo Lacámara Calaf y un directorio interdicto?

Cuando el año 2007 solicité aclarar determinados gastos al presidente de SECh, señor Reynaldo Lacámara Calaf, me interpuso una querella por injurias ante los tribunales de justicia que finalmente perdió, imagino que por esta carta pública pedirá un tribunal militar para que me juzgue. Si así fuera, me da lo mismo. Todas las irregularidades ocurridas en la SECh , que he denunciado, son verdad. Están las pruebas y los testigos. Esta es una más de ellas, una irregularidad ética e indigna que atenta contra la decencia del hombre libre.

Por Alejandro Lavquén


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