“La Chilena” de TeatrHoy: Una travesía existencial desde el remix

La creación colectiva es siempre un desafío mayúsculo cuando se trata de montar una obra artística, cualquiera sea ella. Se trata de aplacar los egos, ser cooperativos, llegar a consenso y producir algo satisfactorio para todos. Comunicando un texto o  vehículo (objeto, signo, materia,etc) común, desde la distintas perspectivas de sus integrantes.

Es reconfortante ver como en “La Chilena” este ejercicio tiene un buen resultado. El discurso que se presenta es sólido, la unión de las voces presenta una crítica social clara. El texto dramático construido en colectivo sintetiza la postura que tienen todos sus integrantes del sistema económico, social-cultural de la esfera latinoamericana, y particularmente chilena.

Eso, hablando del texto. Otra cosa es la construcción estética, ya que no sólo los actores dialogan entre ellos. Este montaje hace que el discurso se presente en múltiples lenguajes artísticos en escena: la luz, la música y las visuales. Estos no son recursos de apoyo, sino son personajes hablantes. Y ojo, hablar distintos idiomas y hacerse entender es un acto complejo. “La Chilena” es el medium unificante e intérprete, el codificador y a la vez decodificante.

Entonces tenemos una multiplicidad de lenguajes hablando en el mismo código.   “La Chilena” se compone de elementos bien conjugados, incluido un paseo o guiño por autores teatrales como Brecht (grandioso entre muchos) o como Chomsky, teórico social. En esto se agradece lo refrescante de este remix, pues se presenta como una alternativa a las obras de teatro que dialogan con temáticas y estructuras más clásicas.

Claro, se puede decir que juegan con todo, abarcando mucho. Sin embargo, lo que tiene esta creación colectiva, es que la mezcla no es densa, sino dinámica y en constante evolución. Esta creación se va puliendo en cada función. Es como un organismo vivo, alimentándose constantemente.

Quizás vaya todo muy rápido, pero está bien, así va el tiempo en la cultura actual. Esto no es posmodernidad, sino transmodernidad (postura latinoamericana sobre la modernidad). Tenemos una mochila histórica que tiene como tónico repetitivo el disgusto, la lucha social, la disconformidad versus los gobiernos, la opresión y la fórmulas del poder por mantener a la ciudadanía “conforme” con el uso de distintos discursos.

 LA OBRA

Debemos recordar que la obra es la postura o visión social de sus integrantes, desde ahí debemos espectar “La Chilena”. Montaje que para ser técnicos, se compone de dos actores humanos en los textos. Pero también tiene intervenciones directas del sonidista, el iluminador, la directora y el visualista. Todos en escena.

Directamente la historia presenta la crisis existencial-social que tiene “La Chilena”. Pasando por todas las transformaciones, posturas y toma de decisiones que puede tener una persona en este estado. Siendo el viaje, la muda de lugar físico, el medio para llegar a un utópico final. “Cierto pero hay que ser positivos -dijeron sus integrantes- estamos mal, pero pa’que terminar todo tan mal, hay que ponerle fe al asunto”.

El montaje se compone de Valentina Durán, directora. Roxana Concha “La Chilena”. Jorge Lagos Riffo, múltiples personajes. Antón Gacitua, visualista. Ulises Alcocer, sonidista.  Y Francisco Rodriguez, iluminación. Todos intervienen, todos juegan, todos los lenguajes ejercitando el trabajo colectivo.

Es agradable ver como una compañía de teatro se atreve a experimentar, a cambiar, mezclar; y a tratar por sobre muchas cosas, buenas o malas, presentar tan claramente una postura social. Esta es una obra en un formato para público transversal.

FUNCIONES

Jueves 15, 22 y 29 de agosto

Viernes 16, 23 y 30 de agosto

Sábados: 18, 24 y 31 de agosto

20:00 hrs.

Adhesión general: $3.000.

Adhesión estudiantes, artistas y tercera edad: $2.500.

Del Aire Artería

Lincoyán #40

Concepción

+ INFO www. delairearteria.cl

FB: https://www.facebook.com/events/179088155590171/

Por Susana Monserrat Chau Ahumada

Desde la provincia limítrofe

El Ciudadano