Diez obras fonográficas merecieron el Premio Internacional Cubadisco 2011. La proclamación de diez obras de Chile, Venezuela, Uruguay, Puerto Rico, España, Cabo Verde, Ecuador y Estados Unidos para merecer el Premio Internacional Cubadisco 2011 fue avalada por el criterio de un exigente comité integrado por músicos, musicólogos, comunicadores y críticos cubanos sobre la base de la autenticidad de las expresiones reflejadas en esos fonogramas, según se dio a conocer en La Habana el último jueves.
Dos de los proyectos premiados sobresalen por sus extraordinarios valores patrimoniales: la colección Violeta Parra / Isabel Parra (sello Oveja Negra), conformado por 20 álbumes que cubren la discografía completa de la genial folclorista chilena y su hija; y los cuatro volúmenes de El sonido de la historia: un panorama de la cultura popular uruguaya desde el archivo, exhaustiva revisión de los fondos del sello Sondor, fundado en 1938 y en el que registraron sus voces figuras imprescindibles del cancionero oriental como Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, Julio Sosa, Rubén Rada, José Carvajal, Aníbal Sampayo y Wenceslao Varela.
Si de rescate de la cultura popular se trata habrá que señalar también el mérito de los puertorriqueños Joe Quijano y Augusto Onna con 50 años después: lo inédito de Tite Curet Alonso (Costa Record), en el que resalta la actualidad lírica y salsera del ineludible autor de Puro teatro.
En idéntico territorio se mueve el álbum Amauta del canto y la armonía, de Enrique Males (Centro de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión), juglar que porta en su voz las raíces milenarias de los pueblos andinos.
Folclor recreado, puesto al día con lozanía, es el que calza la voz de la venezolana Fabiola José en Leña, maíz, papelón (grabado en el estudio del argentino León Gieco), una joven artista de la que Cecilia Todd ha dicho que es una de las intérpretes emergentes más importantes de su país.
De Venezuela también conquistó uno de los premios el álbum Minikonzert, del grupo de cámara Multifonía (Centro Nacional del Disco), que bajo la dirección de Edwin Arellano sorprende por el trabajo armónico de mandolinas, mandolas y guitarras.
Un excelente coro español, Ziryab, se alzó con el galardón mediante una grabación llamada a hacer historia, Rondas, refranes y trabalenguas (Ediciones Espiral Eterna), puesto que contiene lo integral de la obra coral de nuestro Leo Brouwer, una zona de la creación del maestro tan brillante y conceptualmente revolucionaria como la de su creación instrumental.
Otra presencia española, la de la mallorquina María del Mar Bonet con la Orquesta Sinfónica de Baleares Ciudad de Palma en Bollver (sello Picap) resaltó los valores de una voz singularísima en el panorama sonoro ibérico de estos días.
Auténticos y renovadores a la vez resultan también los planteamientos del caboverdiano Mario Lucio en Kreol (Lusáfrica) y de los jóvenes estudiantes norteamericanos de composición que aportaron sus obras a los tres discos MTCD: 10 (Berklee College of Music), interesante demostración de las tecnologías informáticas aplicadas a la producción de sonido.
Por Pedro de la Hoz
La Habana, abril 9 de 2011
Fuente: Granma
El Ciudadano