La Comunidad Electroacústica de Chile viene desde el 2002 ejecutando y difundiendo este género musical “la Electroacústica”, considerado y a su vez desconocido por muchos por ser la cuna de lo que actualmente se denomina como música electrónica. Un hito desde su fundación fue el Festival Ai- Maako encuentro conocido por sus invitados de alta calidad musical y por su carácter gratuito, que lo llevaron a realizar conciertos como “Noche Blanca” donde los músicos se turnaron para tocar durante toda una noche en el museo de Bellas Artes, con la finalidad de acompañar e inducir las distintas etapas del sueño a los asistentes.
Por su organización se encuentran miembros de prestigio internacional como Gabriel Brncic Isaza, el ya fallecido compositor Gustavo Becerra-Schmidt y José Vicente Asuar, creador del COMDASUAR, entre otros.
Conversamos con Renzo Filinich su actual coordinador, quien nos cuenta del actual estado de la Cech y lo que fue la experiencia recién pasada en Sónar+D, nicho que alberga Tecnología, música y creatividad en la primera versión de Chile del Festival Sónar Sound.
-¿A qué se dedica actualmente la Cech?
La comunidad, está dedicada a difundir, enseñar e investigar sobre la música electroacústica en nuestro país, generando interés a nivel internacional, se realizan charlas, conciertos o talleres didácticos de forma constante con la finalidad de dar a conocer creaciones actuales de sus miembros, como obras de trayectoria. La comunidad existente hace más de diez años, velando por el desarrollo de esta disciplina musical, recibiendo a todo aquel que le interese el arte ligado a la profundización de la escucha.
Durante todos estos años la Cech ha pasado por muchas modificaciones, ya sean estructurales o estéticas. La nueva generación Cech de la que actualmente soy coordinador, se encuentra enfocada a una búsqueda de nuevas experimentaciones en torno al sonido, sin importar el conocimiento previo. Pongo mi caso en particular, yo no vengo de estudios formales de música, para dedicarme a la composición electroacústica, es por eso que nuestro único interés es integrar a un creador con la comunidad en cuanto a la calidad de su obra y que este tenga plena conciencia del trabajo que viene realizando. Como comunidad a la vez guiamos, orientamos a los nuevos miembros en esta área y por sobre todo nos interesa mantener una metodología de escucha con nuestro miembros.
-¿Crees que la creación de música electroacústica tiene alguna misión o es transgresora en alguna medida ?
Encuentro que la música electroacústica o la música en general, tiene la misión de generar en el espectador mundos paralelos o extrapolar nuestro universo ritual, que se ha ido perdiendo durante generaciones. En lo particular, creo que la música electroacústica no es pretenciosa, es por esto que la mayoría de las veces se interpreta a oscuras.
Desde mi punto de vista, la música electroacústica cumple la misión de ser integradora como una música que democratiza a los creadores con su obra y no que separe o restrinja la obra en sí misma por aspectos netamente musicales, poniendo énfasis en el aspecto narrativo del sonido con respecto al oyente.
-Hoy en día ¿Cuando una obra es considerada electroacústica en torno a su composición?
En primer lugar, hay que tener claro que del género electroacústico derivan otras prácticas como la música acusmática, el live electronics, música mixta, ordenador, etc.
Si hablamos netamente de la música acusmática, que es la que trabajan la mayoría de los miembros de la Cech, una obra acusmática para ser considerada como tal, lo primero que se debe tener en cuenta es su aspecto espacial y temporal que están estrechamente ligados, ya que una obra acusmática se puede definir cuando estas dos características son bien trabajadas, además de estar unidas a un aspecto fenomenológico en la narración de la obra.
-¿Cuál es la diferencia entre arte sonoro, música electroacústica y paisaje sonoro?
Esta es una pregunta que ha llevado a mucha discusión en torno a lo que viene pasando actualmente en muchas lugares. Ya que podría decirse que el arte sonoro es el arte de crear con sonidos, en tanto música electroacústica también puede caber dentro de ese contexto. Aunque, desde mi experiencia el arte sonoro está más ligado a lo performático o escultórico, más que un objeto sonoro que también es parte de la obra, hay una mirada puesta en el objeto más no el trabajar un hilo musical narrativo dentro de la obra. Pero ¿Qué es considerado musical hoy en día?, es otra pregunta abierta para discutir.
-¿Qué nos puedes contar de la experiencia en Sónar +D?
Fue una experiencia un poco extraña para nosotros, ya que no estamos acostumbrados a mostrar esta música con tanto sonido ajeno alrededor, ya que la mayoría de las obras que se elaboran tienen sutilezas que se perciben bajo un ambiente silencioso. Por otro lado, nos ayudó acercar y mostrar lo que hacemos a un público no habituado a este tipo de manifestaciones, lo que fue algo positivo ver a la gente sentada con los ojos cerrados, percibiendo los sonidos que se activaron alrededor suyo o preguntandose que son esos ruidos extraños que se desplazan de un lugar a otro.
Al público le llama la atención ver a los músicos moviendo perillas, mientras ejecutan obras acusmáticas. ¿Qué puedes decir, siendo un género tan antiguo, sea desconocido para el público en general y además para los que escuchan música electrónica?
No es de extrañar que la música electroacústica en sus casi setenta años de existencia siga siendo una música alejada de los medios por la sencilla razón que desde su origen fue concebida como un acto de reflexion y discusion frente al disfrute que origina esto.
Por tanto, recién hoy en día el interés por la música experimental a ido creciendo por un tema de las tecnologías con los medios y el gigantesco boom de información a la que se puede acceder desde el internet.
-¿Nos puedes contar cuáles son los planes para la Cech?
La Cech para el 2016 está alistando una serie de mini conciertos abiertos al público entre medio con talleres y charlas gratuitas para oyentes curiosos por conocer más sobre esta práctica, está ha sido la consigna desde el inicio de la agrupación. Los festivales Ai- Maako siempre fueron de libre acceso y es por ello que hace tres años tuvimos que detener el festival porque eso no gustó a las personas que estaban manejando la cultura en aquellos días.
En tanto hoy somos quince miembros en Chile como en el extranjero, comenzaremos con llamados a obras, para que nuevos compositores se integren y puedan aportar conocimiento e ideas frescas para reactivar los conciertos masivos.
+info: http://www.cech.cl/
Por Paula Merlo