La invasión que nunca fue: La Guerra de los Mundos de H.G. Wells y el poder de la radio

La mítica novela de ciencia ficción es una referencia en el género y un ejemplo de cómo las narrativas de miedo y poder pueden tener efectos profundos en la sociedad

La invasión que nunca fue: La Guerra de los Mundos de H.G. Wells y el poder de la radio

Autor: Abraham Aguilar

El 30 de octubre de 1938, el mundo fue testigo de uno de los momentos más extraordinarios en la historia de los medios de comunicación: la transmisión radiofónica de La Guerra de los Mundos, basada en la novela de H.G. Wells, a cargo del joven director y actor Orson Welles.

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Este evento, transmitido por la cadena CBS en los Estados Unidos, pasaría a la historia no solo por su calidad artística, sino por el pánico que desató entre millones de oyentes, quienes creyeron que una invasión alienígena estaba ocurriendo en tiempo real.

Antes de analizar el impacto mediático de la transmisión radiofónica, es crucial entender el lugar que ocupa La Guerra de los Mundos en la literatura de ciencia ficción y la obra de H.G. Wells.

Publicada en 1898, la novela se convirtió rápidamente en un clásico del género, relatando la invasión de la Tierra por parte de una civilización extraterrestre procedente de Marte.

En una época marcada por la Revolución Industrial y los avances científicos, Wells utilizó la ciencia ficción para explorar los temores y las incertidumbres que la modernidad despertaba en la sociedad.

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H.G. Wells, uno de los padres fundadores de la ciencia ficción moderna, creó historias fascinantes sobre el espacio, el tiempo y la tecnología, y supo explorar los dilemas sociales y éticos que estos avances podrían generar.

En La Guerra de los Mundos, los marcianos simbolizan una amenaza imparable, una fuerza externa que demuestra la fragilidad de la humanidad frente a los poderes cósmicos, es, en esencia, una obra que cuestiona la arrogancia humana y la creencia en su dominio absoluto sobre la Tierra.

La delgada línea entre la realidad y la ficción

Décadas después de la publicación de la novela, Orson Welles, con tan solo 23 años, decidió adaptar La Guerra de los Mundos a un formato radiofónico para su serie «The Mercury Theatre on the Air».

Lo que comenzó como un ejercicio creativo de teatro radiado, terminó convirtiéndose en un fenómeno social histórico, que reveló el inmenso poder de los medios de comunicación y la vulnerabilidad de las masas ante la información.

Welles estructuró la transmisión como si fuera un noticiero en vivo, intercalando boletines de noticias falsas con descripciones detalladas de una invasión alienígena que supuestamente estaba ocurriendo en Nueva Jersey.

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El realismo con el que se presentó la historia confundió a una parte importante de los oyentes que, al no sintonizar desde el principio, creyeron que la Tierra estaba siendo atacada por seres de otro planeta, pues los efectos de sonido y las actuaciones convincentes contribuyeron a aumentar la sensación de veracidad del evento.

Lo que vino después fue un pánico masivo en varias partes de Estados Unidos; aunque los historiadores modernos cuestionan la magnitud real del caos que se desató esa noche, no hay duda de que la transmisión de Welles generó una ola de confusión y miedo entre quienes no comprendieron que se trataba de una obra de ficción.

Hubo informes de personas evacuando sus hogares, llamando a la policía o buscando refugio en iglesias, convencidos de que los marcianos habían llegado a la Tierra.

El éxito de La Guerra de los Mundos en su versión radiofónica fue tanto un logro artístico como un evento que reveló el inmenso poder de los medios de comunicación para moldear la percepción pública.

La transmisión demostró que, con la tecnología adecuada y una narrativa efectiva, los medios podían manipular las emociones y reacciones de la audiencia.

Este evento marcó el inicio de una reflexión más profunda sobre el papel de los medios en la sociedad y la responsabilidad que conlleva el manejo de la información.

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El hecho de que la radio, un medio que apenas comenzaba a consolidarse, pudiera generar tal respuesta de pánico social, mostró el potencial de este nuevo formato para influir en la psicología colectiva. A su vez, la emisión de Welles también ayudó a cimentar su reputación como un innovador del teatro y el cine, y llevó a su posterior obra maestra cinematográfica, Ciudadano Kane.

El éxito de la transmisión de La Guerra de los Mundos en 1938 ha sido objeto de numerosos análisis en campos que van desde la sociología hasta la comunicación y la psicología de masas.

¿Qué hizo que tantas personas creyeran en lo increíble? La respuesta radica en la confianza que la audiencia tenía en los medios y en el formato de los noticieros; en una época donde las noticias en tiempo real eran la principal fuente de información, Welles logró engañar al público al presentar una obra de ciencia ficción con el rigor y el tono de un boletín de emergencia.

Wells, Welles y La Guerra de los Mundos

Aunque H.G. Wells no tuvo participación directa en la adaptación radiofónica de su obra, el éxito de la transmisión reavivó el interés por su literatura, consolidándolo como uno de los más grandes escritores de ciencia ficción de todos los tiempos.

Lo que diferencia a Wells de muchos autores es su capacidad para utilizar la ciencia ficción como una plataforma para cuestionar la naturaleza humana y las estructuras de poder. En La Guerra de los Mundos, su crítica subyacente al imperialismo y a la superioridad tecnológica de las naciones europeas resuena claramente.

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Por su parte, Orson Welles utilizó la obra de Wells para demostrar el poder transformador de los medios de comunicación, al crear una fusión única entre literatura, teatro y periodismo.

A pesar del pánico generado, la transmisión marcó el comienzo de una carrera brillante para Welles, quien siempre estuvo interesado en las posibilidades de los medios para cambiar la forma en que el público percibe la realidad.

Hasta la fecha, La Guerra de los Mundos es una referencia en el ámbito de la ciencia ficción y un ejemplo de cómo las narrativas de miedo y poder pueden tener efectos profundos en la sociedad

Tanto la novela original de H.G. Wells como la adaptación radiofónica de Orson Welles han sido revisitadas en múltiples formatos, incluyendo películas, series de televisión y adaptaciones teatrales.

El fenómeno de la transmisión de 1938 también ha servido como advertencia sobre la importancia de los medios de comunicación responsables, particularmente en tiempos de crisis.

En una era marcada por las fake news y la manipulación digital, el poder que una narrativa convincente puede tener sobre el público es más relevante que nunca.

Ilustración: Abraham Aguilar

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