Suele decirse que hay grupos antisistema, que los jóvenes de las casas okupas se oponen al sistema. Pero lo que realmente ocurre no es que exista un único sistema, sino que lo que hacen realmente es ofrecer y plantear otro sistema para hacer las cosas. Y eso coincide con lo que hace el grupo La Pincoyazz, que ya viene hace algunos años ofreciendo otra forma de hacer, de aproximarse a algo que muchas veces puede sonar como lejano y ajeno, como es el jazz, pero que ellos han sido capaces de cruzar y llevar a otras formas y presentar ante otros públicos, que no son los tradicionales de los clubes o salas donde se interpreta ese otro jazz, ese que si tiene que ver con el otro sistema.
Por todo esto conversar con Nuvia Burgos -batería, voz, y composición- y Gustavo Cisterna -saxofón y composición-, miembros fundadores de la banda, hace un poco más de luz sobre su trabajo y lo que ahora están planteando, al estar en proceso de grabación de su segundo disco. Trabajo que considera once temas y que sigue la idea que La Pincoyazz ya estableció en su primer registro homónimo del 2004, donde ellos toman elementos del jazz tradicional para fusionarlos con elementos étnicos, del folclor latinoamericano y del lenguaje popular. «No queremos hacer música comercial, nuestra propuesta nunca lo ha sido y por eso estamos escapando a estilos y formas que muchas ves son muy cuadrados», explica Nuvia. Y por eso también, en esta búsqueda de originalidad, de no hacer lo ya hecho, consideran en su nuevo disco el grabar con la Conchalí Big Band, orquesta juvenil de jazz de la comuna, que el entregará un sonido distinto, y que «será sin duda, un gran aporte a las composiciones».
Composiciones, ya sean nuevas o antiguas, que evidencian, según sus propias palabras una manera desprejuiciada de hacer las cosas, algo que según señala Gustavo, «que no deja de lado una idea de calidad para hacer los temas, unido a una idea de vivenciar los estilos y así poder tener una propuesta, que sea nuestra, y que nos diferencia de otros trabajos que son más pro sistema». Idea que Nuvia complementa al decir que «los importante es que podemos ir cambiando algunas cosas, podemos sonar un poco distinto, pero no cambia nuestra esencia y no dejamos de ir al choque».
Choque que no sólo tiene que ver con lo musical, sino también con los contenidos, que reflejan el origen de la banda, de su población, -«algo que es similar en muchas otras», explican- y que es una forma de voz popular que «habla de marginación, de pobreza, de discriminación, de estigmatización, de todos los que el modelo neoliberal ha vuelto sus perdedores, sus derrotados», señalan ambos. En resumen, explica Nuvia, La Pincoyazz y su nuevo trabajo, así como el anterior, «es una forma de plasmar ideas, de poder hacer lo que sentimos y que puede ser una ensalada surtida, algo super variado, pero es lo que somos y lo que hemos vivido».
Texto: Jordi Berenguer
Foto: Evelyn Cazenave
Onda Corta
El Ciudadano