La Rabbia, película de Pier Paolo Pasolini (1963), está hecha a partir de noventa mil metros de material de noticieros cinematográficos. «Un ensayo más que una historia», dice el propio Pasolini sobre su película, «con mis razones políticas y con mi sentimiento poético» sobre el miedo, la rabia y la angustia, sobre el mundo antiguo y el mundo futuro, sobre la bella Marilyn y sobre el milagro económico, con la voz de poesía de Giorgio Bassani y la voz de prosa de Renato Guttuso. En pocas palabras, un film imprescindible dentro de la filmografía de su realizador y un film imprescindible dentro de la historia del arte.
En 1962, la televisión italiana tuvo una brillante idea: la de invitar a un director de cine a responder a la pregunta «¿por qué en todo el mundo se teme a la guerra?». La pregunta era «candente» porque, en ese momento, el miedo a otra guerra mundial cundía realmente por doquier. La crisis de los misiles nucleares entre Cuba, Estados Unidos y la URSS había tenido lugar en octubre de 1962.
El director tendría acceso a los archivos de los informativos televisivos del periodo 1945-1962 y podría editar el material que quisiera y redactar un comentario para acompañarlo. El programa sería de una hora.
La televisión preguntó a Pasolini, que ya había realizado Accattone, Mamma Roma y La ricotta, y que era una figura polémica habitual en los titulares. Y éste aceptó. Rodó la película y la tituló La rabbia [La rabia].
Cuando los productores la vieron, les entró miedo e insistieron en que otro director, el periodista Giovanni Guareschi, bien conocido por sus ideas derechistas, hiciera una segunda parte, y que ambas películas se presentaran como si fueran una sola. Al final, ninguna de las dos se emitió.
Yo diría que La rabbia no se inspira en la cólera, sino en un feroz sentido del aguante. Pasolini observa lo que ocurre en el mundo con una lucidez inquebrantable (hay ángeles dibujados por Rembrandt que tienen la misma mirada). Y lo hace porque la realidad es lo único que podemos amar. No hay nada más.
A pesar de que el film está considerado una obra maestra y pionera del cine de ensayo, durante el montaje, el productor, temeroso de la polémica, decidió transformar la película en un díptico, añadiendo al mundo visto desde la izquierda (Pasolini) el contrapunto de una visión desde la derecha (Guareschi).
Cuarenta años después, Giovanni Bertolucci reemprende no la reconstrucción sino la recreación de aquella primera parte a partir de las cartas y los textos de Pasolini, sin el agregado de Guareschi.
Cincuenta y tres años más tarde, te traemos este poema, incluido en la película, recitado por Giorgio Bassani:
Se non si grida Viva la libertà umilmente
non si grida viva la libertà.
Se non si grida Viva la libertà ridendo
non si grida evviva la libertà.
Se non si grida evviva la libertà con amore,
non si grida evviva la libertà.
Voi, figli dei figli, gridate con disprezzo,
con rabbia, con odio, evviva la libertà.
Percio’ non gridate evviva la libertà,
questo, sappiate, figli dei figli,
che gridate evviva la libertà
con disprezzo, con rabbia, con odio.
https://www.youtube.com/watch?v=j3Lhvy3bXI4
Finalmente, cincuenta y tres años y unos minutos después, te traemos la versión original de Pasolini, para que la veas online:
https://www.youtube.com/watch?v=MLv5vaIyxC0