La historia retrata episodios de la vida de María Soledad Rosas, ícono del movimiento agitador italiano
La película argentina «Soledad», un drama conmovedor con un cuidadoso trabajo estético basado en la novela «Amor y anarquía» de Martín Caparrós, se alzó con el premio a Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Barcelona (BCN Film Fest) que celebró su tercera edición del 22 al 30 de abril.
La película dirigida por la realizadora argentina Agustina Macri, retrata la etapa en Italia de María Soledad Rosas, joven de nacionalidad ítalo-argentina, ícono del movimiento anarquista que presuntamente se suicidó a los 23 años, reseñó el diario El Universal.
Cuenta la historia que tras terminar sus estudios de hotelería, los padres de María Soledad le obsequiaron un viaje a Italia, país al que arribó en julio de 1997. Buscando un lugar para pasar la noche, Rosas se encontró por casualidad con El Asilo, un edificio ocupado por squatters, anarquistas que dominan edificios abandonados.
Rápidamente Rosas se entusiasmó y se interiorizó en el modo de vida de los anarquistas italianos, allí conoció a su novio Edoardo Massari. Se casó con Luca Bruno para obtener la ciudadanía italiana, no contrajo matrimonio con Massari porque este no tenía domicilio.
La pareja Rosas- Massari, junto a Silvano Pelissero, encabezaron la ocupación de un edificio en Collegno, en las afueras de Turín, una operación que fue registrada y seguida por las fuerzas de seguridad italiana, que habían instalado un micrófono en el auto de Edoardo. El motivo del espionaje era combatir la ocupación de viviendas abandonadas y contener las protestas generadas por el grupo NoTAV, protestas en las que Rosas, Massari y Pelissero participaban.
El 5 de marzo de 1998 la policía irrumpió en Collegno, y se llevó detenidos a los tres jóvenes que fueron acusados de realizar actos terroristas y subversión contra el orden democrático.
Soledad fue confinada a una prisión de alta seguridad junto a su novio Edoardo Massari y Silvano Pelissero, solamente este último sobrevivió y pudo ser liberado. La causa judicial estuvo signada por diversas manipulaciones en las pruebas, como la edición de conversaciones para intentar vincular a los squatters con los Lobos Grises, supuestos autores de los atentados contra el Tren de Alta Velocidad.
Se presume que Soledad Rosas se suicidó en el baño de una pequeña granja donde cumplía arresto domiciliario, aunque las circunstancias arrojan dudas sobre su verdadera causa de muerte.
Programación para todos los gustos
El barrio de Gracia ubicado en la capital catalana fue durante nueve días sede del Festival Internacional de Cine de Barcelona, que trata de consolidarse año tras año dentro de la oferta cultural de la ciudad europea.
El BCN Film Fest es un evento que se caracteriza por una programación ecléctica: hay comedias ligeras, películas biográficas, filmes históricos y adaptaciones literarias.
El programa exhibió así filmes de variada índole para gustos diversos. «La biblioteca de los libros rechazados», del francés Rèmi Bezancon, una sátira sobre la industria editorial que mezcla comedia e intriga; “Sir”, de la hindú Rohena Gera, un romance imposible de premisa telenovelesca y «Hotel Mumbai», del australiano Anthony Maras, un entretenido thriller de acción que reconstruye los atentados en la India en 2008, destacaron en una edición que clausuró el 30 de abril con el estreno en los cines de España de «La balada de Buster Scruggs», el wéstern de los hermanos Joel y Ethan Coen, original de Netflix.
El cine catalán también tuvo buena representación. «La vida sin Sara Amat», de Laura Jou, un relato sobre dos adolescentes que descubren el amor, obtuvo el Premio de la Crítica. A ella se sumaron «Nacido Rey», una superproducción dirigida por Agustí Villaronga; y «Staff only», un drama familiar de Nelus Ballús. Del resto de España se proyectaron, entre otras, “Litus”, una comedia de Dani de la Orden que inauguró el festival; y «Buñuel en el laberinto de las tortugas», un filme animado de Salvador Simó sobre el rodaje de Las Hurdes.
La edición 2019 del BCN Film Fest incluyó, además, documentales -destacó «Vardas by Agnès», autorretrato de la francesa Agnès Varda-, filmes sobre arte -Jeremy Irons presentó «Pintores y reyes del Prado»- y clásicos imprescindibles- sobre todo de Charles Chaplin y Buster Keaton-. Actividades paralelas y coloquios con directores y actores invitados completaron la programación de un certamen apto para todo tipo de público.
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