La obra del académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Austral de Chile, Fernando Muñoz León, publicada por el sello Ediciones UACh, aborda la historia constitucional de Chile para esgrimir argumentos sobre el cómo enfrentar un nuevo proceso de reforma constitucional en vías de un resultado democrático.
El autor, doctor en Derecho por la Universidad de Yale, EE.UU., narra el proceso de creación de la Constitución de 1980, que denomina “la Constitución Política de las élites”, profundizando en sus principales y periódicas actualizaciones en símil y contraste a la Constitución democrática de 1925. Su análisis incorpora una acentuada crítica al actual paradigma económico-social. Según señala: “El neoliberalismo reproduce el ciclo que llevó a los sectores más ricos de la sociedad chilena a apoyar un golpe de Estado; si el golpe encontró su objetivo inmediato en la protección de la propiedad ya poseída, la dictadura posibilitó la toma del poder total, y esto a su vez facilitó la adquisición de más propiedad”.
En su relato expone diversas tesis que resultan consistentes respecto a la incidencia histórica de sectores específicos de la sociedad para mantener intacto el origen de la Carta Magna, logrando que las modificaciones forzadas por la presión política y social culminaran fortaleciendo aun más sus principios, es decir, “que la Constitución cambie para que todo siga igual”.
Resultan de este análisis las claves para entender las alternativas y metodologías de cómo enfrentar un nuevo proceso de reforma constitucional que conduzca al desarrollo de un arreglo social -que para ser efectivo- precisa del empoderamiento del sector subalterno (pueblos originarios, mujer, clase trabajadora, entre otros) frente a la hegemonía, en la búsqueda, al menos, del logro de una paridad de participación en la redacción constitucional.
Muñoz aborda las verdades que todo ciudadano debe conocer para entender y participar como tal en el proceso constituyente, e invita a pensar y proyectar una agenda de creación y modificación de instituciones, “un horizonte instituyente”, que establezca un derecho a la participación plena de la sociedad en su conjunto.