La escritura académica no goza de mucho favor por parte del gran público chileno, con justa razón. La actitud autorreferente de la crítica cultural local ha tendido siempre a reservarse la comprensión de los fenómenos de su interés para darle la espalda a un público que necesitaría de un lenguaje, si no menos complejo en su contenido, al menos más amable y lúdico en su expresión. Esto, si al crítico a estas alturas en algo le interesa que la lectura que haga de lo cultural tenga un alcance más democrático que el que difícilmente alcanza desde el interior de los espacios universitarios y editorial convencionales. Rubí Carreño Bolívar se ha propuesto zafar de esta condición con el libro que acaba de publicar hace poco, por la Editorial Cuarto Propio y con el aporte de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Avda Independencia es un libro que trasunta vitalismo pues fue escrito en primera persona, cruzando la memoria personal y generacional con una posición crítica en torno a principalmente la literatura y las música chilenas hechas y consumidas en Chile durante los últimos cuarenta años. Asimismo, de acuerdo con dicho vitalismo, se trata de un libro híbrido –un ensayo altamente lírico- donde la frontera entre lo estudiado y quien estudia es de principio obviada para dar paso a una reflexión culturalista muy vasta y siempre guiada por una posición política –en este sentido, es el Libro Rojo de Rubí– que echa luz sobre las prácticas y contenidos que se tornan disidentes ante la autoritaria normalidad del Chile postdicatorial: aferrándose al goce, la corporalidad y lo sensible, es que parte de la sociedad nacional se toma la calle, resemantiza el legado cultural chileno, lo amplía y lo engrosa, e intenta hacer de todo un espacio abundante en festividad, actitud crítica, cultura y memoria. Carreño ha posado su atención en esta amplia gama de fenómenos –desde la cumbia y la cueca y hasta la reciente historiografía mapuche- para salvar(nos) de un Chile que duele.
La “buena onda” que es característica de esta publicación no sucumbe a la superficialidad que uno esperaría de un texto ensayístico que trate sobre temas de cultura popular, dado el caso –de hecho, enfrenta nuestro horror histórico con una claridad admirable. Precisamente, la mención acá a la “biopoética” –en oposición a la claustrofóbica noción de biopolítica- apunta a la idea de una resistencia propositiva que se desmarca de la política tradicional para expresarse en un sinnúmero de prácticas y discursos que, si de un lado responden a la atrocidad y el sinsentido de nuestra historia reciente, del otro sugieren la sensación que por mucho que la estructura política no cambie en nada, la ciudadanía avanza y se construye gracias a la cultura.
Rubí Carreño Bolívar
“Avda. Independencia. Literatura, música e ideas de Chile disidente”
Editorial Cuarto Propio
Santiago, 2013
Por Ignacio Ramos Rodillo
Asociación Chilena de Estudios en Música Popular (ASEMPCh)