Troche es un dibujante uruguayo. Ha encontrado sus influencias en otros artistas como Quino, Cachimba, Tute, Liniers y Kioskerman. Sus personajes son silenciosos, pero sus ilustraciones están cargadas de significado. Él mismo dice: «Tengo muchas influencias del mundo del cómic. Sin dudas, Quino fue mi primera gran influencia, sobre todo, los libros de humor gráfico que tenía aparte de Mafalda, su libro Gente en su sitio, fue un libro que me marcó mucho. Luego conocí a Steinberg y a Sempé, que son mis mayores influencias». Y agrega: «Ya de grande conocí nuevos dibujantes que me influenciaron mucho, sobre todo en Argentina Max Cachimba, Tute, Liniers y Kioskerman».
«Cuando vi que existía un tal Kioskerman que había creado un blog como semanario, y que uno podía suscribirse, me llamo la atención y me fascinó el mundo que estaba creando. Lo vi totalmente diferente al resto y muy profundo. Yo no tenía blog y no tenía forma de llegarle a la gente. Estaba un poco cansado de golpear puertas y de que los diarios y revistas no aceptaran mi laburo, porque era «muy poético y poco gracioso». Enseguida me animé a crear mi propio blog y mostrar mi propio mundo».
Cada dibujo, comenta, es un sentimiento propio, que de alguna forma busca trasmitir algo o trata de comunicarse con alguien o con algo. «Yo dibujo por pura necesidad: necesidad de expresar lo que me pasa y lo que me pasó», dice. Y en términos materiales, Troche dibuja con acuarela líquida negra, pinceles finos y gruesos sobre hoja Canson A4.
«Para trabajar no tengo una rutina ni un horario, soy muy desprolijo con esto. Siempre digo que voy a cumplir un horario y nunca lo hago. A veces dibujo de noche y otras de mañana. Tampoco tengo un lugar fijo, tengo un escritorio pero siempre termino dibujando en otra parte de la casa. Me gusta caminar y sentarme en algún lugar».
Le podemos seguir de cerca la pista aquí y en su página de Facebook.