Me siento más cerca de la sensibilidad de Aldo Francia que de Guns N Roses

“Voy pa allá” es el último videoclip de Molo que nuevamente construye un relato sobre el Valparaíso real y aporreado. Un video poderoso, simple y conmovedor de una banda porteña que triunfa en su lucha contra los nuevos lugares comunes y se sostiene del arraigo local.

Me siento más cerca de la sensibilidad de Aldo Francia que de Guns N Roses

Autor: Sebastian Saá

pavez-1_2

El hombre detrás de esto es Pedro Pavez, cineasta y músico porteño hasta el cansancio, que acarrea un pasado con más de algún reconocimiento en festivales de cine por sus cortometrajes, oficio que dejó a los pocos años de salir de la escuela de cine. Es fundador, guitarrista, cantante y compositor de Molo, trío de Valparaíso que en 5 años de historia se ha transformado en uno de los referentes del rock nacional.

Aquí nos cuenta que está trabajando en su primer disco solista, que no se postula a ningún premio y que acaban de lanzar con Molo su nuevo videoclip protagonizado por Valparaíso.

Espectador profesional

¿Por qué dejaste el cine?
La verdad es que no me sentía bien durante el proceso de trabajo. Me angustiaba la exposición y la incomodidad de los festivales de cine. Me parecía un trabajo horrible el de producir cualquier cosa, aún cuando trabajas con equipos pequeños de personas. En mi círculo cercano esas películas chicas no tenían gran aceptación, y yo tampoco me sentía muy seguro sobre mi trabajo.

Inseguridad ¿por qué? La música al igual que el cine también implica producción, auto promoción y exposición.
Pero la música es algo instantáneo, y siempre ocurre de distintas maneras y en cualquier lugar. El cine de festivales de cine existe sólo ahí.

Pero no has abandonado completamente la disciplina. Realizas los videoclips de tu banda.
Eso es propio del trabajo de estar en un grupo de música. Aunque esos videos tengan mucho de mi visión como realizador responden a ser parte de una promoción y de mi rol en el engranaje de la gestión de la banda. Intento hacerlo bien, con seriedad, tratando de plantear mas preguntas que respuestas. En ese terreno es donde prefiero alejarme del estereotipo de lo que la mayoría de la gente entiende por una banda de rock, porque desprecio ese conservadurismo de tener que tomar partido revindicando géneros. No tengo alma de barra brava y no me interesa levantar ninguna bandera donde tenga que justificar el tipo de música que toco o que escucho.
Mi trabajo remunerado siempre ha estado ligado al mundo audiovisual pero sin tanta ambición autoral. No me siento un cineasta propiamente tal.

Qué lugar ocupa el cine en tu vida? Se cruza de alguna manera en tu oficio como músico?

Creo que sí, todo lo que veo, leo, observo y vivo se cruza en mi oficio como músico. Soy un mejor espectador de cine que realizador o músico. Me pasé la vida entera descifrando secuencias y estudiando obsesivamente. Era hijo único y el estar aburrido me llevó a ver muchas películas y leer muchos libros, desde biografías de directores como John Ford o Ingmar Bergman hasta ensayos sobre cine ruso que ni siquiera había visto, pero que tenían dentro unas fotos fabulosas. Mi padre es un lector obsesivo y además era muy cinéfilo, así que crecí en ese ambiente de recreación. Cada vez que veíamos juntos una película de Hitchcock bajábamos al Vitamin Service a tomar café helado y llevábamos el único libro que no podía tocar de la casa: “El cine según Hitchcock”, el libro de entrevistas que le hizo François Truffaut. Mi viejo tenía una edición maravillosa que se quedó olvidada un día en el asiento de la micro.

Me encantaba que mi papá me resumiera las películas en frases como “Se trata de un tipo que mata mujeres y que tiene a su propia madre momificada en su casa”, con ese tipo de sinopsis yo podía entusiasmar a todos mis amigos del barrio con una película en blanco y negro. Con mis amigos del colegio hacíamos películas para cada cumpleaños de mi compadre “Poroto” y trabajé todos los veranos de mi enseñanza media en el videoclub “Magia” que estaba en el edificio Montalbetti en Pedro Montt.

En el último tiempo he estado componiendo en función de lo que quiero comunicar y la estructuración del relato se ha vuelto lo más importante a la hora de construir una canción, así que creo que ese enfoque ha vuelto más “cinematográfico” el lenguaje de la música que estoy haciendo, pero formalmente son cosas muy distintas.

Las temáticas – que en toda disciplina son sólo la punta del iceberg – vienen desde todos lados. De las novelas y escritores que me gustan, de mis propias vivencias, de cosas que veo, de alguna película, de cualquier cosa. El secreto es que aunque todo sea una completa mentira, el que escucha sienta que sabe algo de ti después de recibir la canción.

Valparaíso mi amor

De qué manera la ciudad se manifiesta en lo que haces.

De todas las maneras, supongo. Es donde vivo, el lugar donde nací. Un lugar que mis padres y abuelos decían conocer profundamente. Para mi es un misterio y sólo sé que está ciudad es muy distinta a la visión costumbrista que se tiene de él. Basta mirar los rostros de la gente. Todos somos pura melancolía en esta ciudad, hombres y mujeres simples que disfrutamos momentos pequeños de vida en una ciudad que nació para la tragedia. Algo tiene este pedazo de tierra que aun no descubro, sólo sé que siempre termino extrañándola, incluso cuando sueño que estoy en otra parte. Creo que esa atmósfera está en todo lo que hago.

Pero instalas conscientemente a la ciudad en tu música como un personaje más.

No creo que sea consciente, es el marco en que se encuentra lo que hago, lo que vivo, lo que observo y lo que invento. Y si a alguien le importa ser de Valparaíso es a la gente de Valparaíso. Subimos y bajamos a pata sin alegar, caminamos sin sentido solamente por hacerlo y nos pasamos el día completo amplificando penas de amor mientras la ciudad nos pasa por el lado. Somos la vieja que vive asomada en la ventana tratando de descifrar las historias mínimas de los que ven transitar a lo lejos. Me interesa la idea de que nos enorgullecemos de que la vida nos ha golpeado todo el tiempo, que aunque estemos con el corazón hecho pedazos nos haremos el tiempo para conversar con el vecino. Creo que somos muchos los que vemos esta ciudad de la misma manera y te hablo desde el afilador de cuchillos, hasta David Pizarro. Todos los porteños podemos esconder muchas cosas, menos ser de Valparaíso.

Aparece más Valparaíso que ustedes como banda en sus videos.

Eso responde a que nosotros no queremos proyectar nada de lo que no somos. No me gusta la idea de que tengamos que ponernos en un pedestal distinto al del público sólo porque tenemos la posibilidad de cantar canciones. No soy actor y no me gusta la idea de intentar parecer algo que no soy. Y en general me siento más cerca de la sensibilidad de Aldo Francia que de Guns N’ Roses.

El video de “Voy pa allá” era interesante de hacer porque se trataba de construir todo el relato desde desde la perspectiva del observador. La simpleza de presenciar un instante real, de gente real, en un contexto real. Se trataba de articular pequeños elementos para que todo aparezca dentro del que lo ve. Esa perspectiva es la misma visión de la vieja de la ventana, esa que desprende de un gesto simple todo un mundo complejo que toma vida solo dentro nuestra imaginación. ¿Recuerdas cómo filmó la feria de la avenida Argentina don Aldo Francia en Valparaíso Mi Amor?

…con la cámara escondida
Exacto, de lejos. Así creo que vemos la ciudad los porteños. Somos sapos, nos gusta vernos a nosotros mismos, a través del otro.

¿Podrías ser acusado de chauvinista?

Es erróneo porque yo no creo que Valparaíso sea el mejor lugar del mundo, que yo lo ame con toda su miseria es una cosa mía y no tiene nada que ver con el señor Chauvin. No creo que Valparaíso sea nada más que una ciudad con escaleras de colores en donde la gente vive tocando tambores en las calles. Ese Valparaíso no se ve en El Litre. A esa gente le importa una mierda Manu Chao y la visión de Valparaíso a través de europeos que lloran por no haber nacido en Latinoamérica. A mí no me interesa esa visión costumbrista de realismo mágico ingenuo que instaló una teleserie. Ese Valparaíso no existe y algunos quieren seguir recreándolo.

Sin concesiones

Molo lleva pocos años y mucho camino recorrido que los ha llevado a consolidarse como una de las bandas importantes de la escena rockera actual. Angelo Pierattini (Weichafe) se declaró en redes sociales como un seguidor acérrimo de la banda y las críticas de medios especializados para su último disco fueron unánimes al destacarlos como uno de los descubrimientos del rock nacional. ¿Hacia dónde pretender llevar su carrera ?

Primero que todo no sentí que las críticas al disco fueran tan positivas, o sea, no estuvieron mal, pero tengo la idea de que tenían tono condescendiente que es denominador común a la hora de criticar bandas desconocidas.

Lo de Pierattini fue más cuático. Mucha gente compartiendo videos y contenidos de la banda sólo porque él escribió algo de nosotros. Eso sí me enorgulleció, debo decirlo. Porque lo encuentro bueno. No me acuerdo muy bien lo que dijo pero generó que gente se interesara en lo que nosotros hacemos.

Tengo anotado lo que dijo: “Molo es una banda de Valparaíso más buena que la mierda, súper poco condescendiente con los estereotipos, va torciendo en cada acorde el género y construyendo un camino fértil pal futuro. Son atrevidos, generosos, transgresores. Tienen carácter, identidad y son difíciles de atrapar. Mi admiración absoluta para ellos, esto sí es rock and roll.”

-Pavez ríe nervioso y se queda en silencio…

¿Confías en estas palabras?

Me gustaría preguntarte de vuelta la razón por la decidiste anotar un posteo antiguo de una red social. Supongo que es principalmente porque alguien influyente validó lo que nosotros hacemos, no porque escuchaste nuestros discos y te hiciste tu propia opinión. ¿Llegarías a entrevistar a alguien más citando “maldición, no quiero que llegue el lunes”? Pierattini es una voz que tiene la fuerza como para dirigir una tendencia, y a pesar de que se me infla el pecho pensar que nos alabó, también sé que no significa absolutamente nada, como los premios.

Pierattini acaba de ganar un premio Pulsar

Mortal.

Son premios de los miembros de la SCD

Nos llegó un correo invitándonos a postular.

No ganaron
No postulamos

¿En serio?

En serio

¿Por qué?

Porque la realidad es que considero que no estamos ni cerca de ser una de las mejores bandas del país en ninguna de las categorías. Es medio triste también que tenga que auto postularme.

¿Falsa modestia?

No es modestia, tampoco creo que somos los más malos, pero no me gusta pensar en esto como un deporte de competencia. Lo veo lejano eso de los premios, no es nuestra liga. No creo que merezcamos ningún tipo de reconocimiento por hacer lo que amamos, menos si viene de los propios músicos. Creo, además que esos premios están orientados para gente que trabaja 100% en la música, con equipos especializados en cada área de gestión. Sería muy patudo creer que puedo ganarle a cualquiera, ni menos a Ángelo Pierattini, Kuervos del Sur, Matorral, Natisú, Camila Moreno, Hijos de Algo, Aniceto o a cualquiera de los tantos músicos talentosos que hay en Chile.

Prefiero la verdad, y la única verdad es que todos coexistimos en un mundo de sonidos y canciones, no de jueces. Además me es más cómoda la posición del amateur, porque prefiero “profesionalizar” mi carrera teniendo más tiempo para dedicarle a la creación, a leer, a ver películas, a caminar, a ser mejor padre y a ensayar más para tener un mejor “producto” ,que tener que gestionar reuniones con gente sin talento, mandar mails, hacerme amigo de personas con las que en la vida real no me tomaría ni un café, armas dossiers y vender la pescada. Inevitablemente si mi música se vuelve mejor va a ser más difundida. Prefiero apostar ingenuamente a eso.

Me gusta pensar en el viejo de La Riviera –tradicional pizzería porteña- que en la semana cierra de 2 a 4 de la tarde. Abre hasta el sábado al medio día y en verano se toma un mes de vacaciones. No tiene ningún local en el mall de Viña ni planes de transformarse en franquicia. Indiscutiblemente su pizza es la raja.

¿Cómo lo hacen para gestionar su carrera?

No creo que eso pueda ser interesante para nadie (ríe). A mí no me interesa saber como gestiona su carrera Neil Young o Jorge González.

Te comparaste con Neil Young y Jorge González

Nunca. Cómo te picaste te voy a responder y aprovecho de pasar el aviso del sello. Gestionamos nuestra empresa estableciendo relaciones verdaderas con gente con intereses comunes que creen en lo que nosotros hacemos. Ahora tenemos el apoyo de Sello Mescalina y creo que ese apoyo se verá reflejado en que podamos llegar a audiencias más amplias, porque la gente involucrada está informada sobre la gestión de una banda como la nuestra. Es una ayuda ya que nos permite concentrarnos más en la parte artística.

¿Quién más compone el sello Mescalina?

Matías Saldías de Humboldt es el hombre ancla y su idea era atractiva porque pretende posicionar globalmente la música de Valparaíso desde Valparaíso. En el sello tenemos el honor de compartir casa con la Pía Zapata, Terapia Grupal, Adelaida, Julio Piña y Humboldt. Todas bandas con un carácter particular y con visiones propias. Es alentador estar en un sello con gente talentosa y con cosas que decir.

¿Qué planes tienen para la segunda mitad del año?

Con Molo nos encerraremos a trabajar en el disco nuevo y lanzaremos un par de videoclips más de canciones que están en el “Vida y época en ninguna parte”. Vamos a ir a tocar al norte en octubre y queremos concretar una gira para Brasil en el verano, además de intentar abrir espacios para poder tocar para todo público y alejarnos un poco de los bares y las trasnochadas. Paralelamente estoy maqueteando las canciones de lo que quizás será un pequeño disco solista.

¿Esta idea nace después de tu presentación como solista en el Rock Carnaza?

No, sólo es para no perder canciones que quiero mucho. Además de generar la oportunidad de tocar con músicos y amigos que admiro, con los que quiero vivir la experiencia de hacer música. Son canciones más íntimas y relajadas. Sólo diversión sin presiones ni exigencias artísticas. No quiero reinventar la rueda y de seguro mis compañeros de Molo me acompañarán en mas de alguna canción.

Lanzarás esta carrera paralela a Molo o tomarás algún receso

Yo hago canciones nomás, así que no pretendo hacer ningún receso, si tuviera más tiempo tocaría con más gente… Y gratis, como les gusta a los dueños de locales.

El Ciudadano


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano