Sello Trigal lanza sesiones con destacados artistas nacionales

“Patita de pollo” es el nombre de estas grabaciones, que son un homenaje a un niño cantor de San Antonio que tenía ese sobrenombre

Sello Trigal lanza sesiones con destacados artistas nacionales

Autor: Carlos Montes

“Patita de pollo” es el nombre de estas grabaciones, que son un homenaje a un niño cantor de San Antonio que tenía ese sobrenombre.

El primer domingo de cada mes se publicará cada sesión, que partió con la del músico Julio Piña. Enero del 1985, Daniel Castañeda, pequeño cantor popular de San Antonio, más conocido como “el Patita de pollo”, sufre un fatal accidente.

Enero de 2018, Sello Trigal inicia las grabaciones de las sesiones musicales que, en su homenaje, llevarán el apodo de este niño.

San Antonio suele ser conocido por el puerto y por la cercanía con las playas del litoral central, pero Tania Meza y Francisco Seguel, fundadores de Sello Trigal, tienen claro que la ciudad es mucho más que eso. “San Antonio tiene historias potentes necesarias de rescatar para generar identidad local, más aún si consideramos la relevancia musical que ha tenido la ciudad durante décadas, viendo nacer y emigrar a un importante número de músicos destacados en la escena nacional e internacional”, expresa Tania.

Es por eso que para estas sesiones hicieron una investigación profunda, con el objetivo de dar con la verdadera historia del niño. Tras visitar la funeraria, la biblioteca y el diario, por fin dieron con el paradero de la familia, que les reveló la historia en detalle y les autorizó a usar la fotografía de Daniel.

“El Patita de pollo” fue un niño sanantonino que con su guitarra   y una chupalla salía a cantar a las micros. En el recorrido San Antonio-Cartagena entonaba rancheras y canciones de la época por algunas monedas, así ayudaba a su familia y a la vez alegraba a la gente con su voz. Se hizo tan popular su presencia que en un par de ocasiones incluso cantó junto a la Sonora San Antonio.

Una mañana partió a los juegos inflables de Cartagena, pero nunca llegó. La Caleta San Pedro se interpuso en su camino. Las noticias de la época declaran que al perseguir a una gaviota entre los roqueríos, cayó por una de las quebradas deteniendo para siempre su propio vuelo.

Así, el viernes 11 de enero de 1985 se vivió el funeral más multitudinario de la historia de San Antonio, la gente bajó de los cerros agitando pañuelos blancos para despedir a Daniel, quien en su corta vida se encargó de compartir su talento y alegrar a todos quienes se topaban con él.

“Este ha sido un tremendo proceso para nosotros, no solo por la tremenda tristeza que nos evoca la muerte de un niño, sino porque también nos dimos cuenta de que es posible hacer cosas serias y de calidad en nuestra ciudad, con personajes e historias que son   nuestras y que están ahí, esperando para ser contadas”, afirma Francisco.

La sesión que salió este domingo 6 de mayo es la de Julio Piña, un músico y compositor sanantonino que con su conjunto de cumbias ha girado por todo el país y también por el extranjero. En esta ocasión se presenta en el formato “sin su piño”, para seguir el concepto de intimidad que requerían las sesiones. También participaron los músicos Pedro Piedra, Basek, Ody, Cristóbal Briceño, Diego Ridolfi, entre otros.

Las sesiones serán publicadas el primer domingo de cada mes hasta que aparezcan las doce. Manténganse atentos a las redes de Sello Trigal para que no se las pierdan.

 


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