Nara de Shile: Hazlo

Xumango. Phalcoboenus Milvago Chimango Temucoensis (2020) - Mauco Records

Nara de Shile: Hazlo

Autor: Carlos Montes

Hazlo. Cómo intimida la carne de una palabra así. Hazlo. De energía cabrona, enunciarla es mirarle la cara al matón del curso, recordar el viejo olor del fracaso. Mientras nos preocupamos de arrimar certezas al voleo, esta palabra se nos cuela desafiante, superior a cualquier rincón seguro.

El beso, el peinado, el verso. Cualquier hacer primero siempre huele a ripio.

No me asustan los desvíos

Cristian Bustamante es Nara de Shile. Músico, obrero de la cultura porteña -fundador de los emblemáticos Umbría en Kalafate-, acaba de lanzar su nuevo disco Xumango. Phalcoboenus Milvago Chimango Temucoensis

Nara de Shile ya había anunciado sus amores patudos en 2018 con Ejercicios Decimales, la fiebre de la décima, el vértigo de la electrónica y un guitarrón chileno. Esta vez, su oferta se arrima al formato canción con sus convenciones, pero sin olvidar la desobediencia como eje que sucede entre géneros y homenajes pop.

Bonita -sí, bonita- arranca “Agüita Perra IV. Punchi punchi”. Armada con la dulzura de un arpegio de guitarra y una base rítmica electro, esta canción suena tan bonita en sus casi cinco minutos de extensión que logra muestra solo un pedacito de las posibilidades que abordan las 10 canciones restantes.

Y sin anuncios, Nara despega con “En el cuarto e mi compare”. Punk acuecado que retrata sus muchas jornadas creativas en casa de algún amigo querido en un cerro del puerto, en noches fértiles que seguro olvidó el mambo de ocasión.

Hasta el primer homenaje, impensado, Nara cita al Soda Stereo del 87 versionando la canción “En camino” de su disco Signos. Cansina como una zamba, este músico apuntala una versión hermosa de una canción infravalorada por la historia pero que merecía una visita por todo eso que dice y suena. Cuando Cerati nos arengaba al oído “No me asustan los desvíos / los puentes / Solo quiero seguir / Acercándome”. 

Bustamante continúa su historia sin empachos, puro haciendo. “Mas terminé en el sistema insertao / Actuando según estos laos”, confiesa como triste realidad la voz rugosa de Walter Contreras junto a una guitarra chilenera en “Electrodécima XII (Falconidae Chimango Caracara)”; las versiones de “Mírame solo una vez” -con Vilú y Jacinto cantando en clave chamamé- y “Watona” -lisérgica chilenización de la canción “Ramona” de Beck en la voz de Jota Miranda-; “Me curé / Me borré / Vomité / Y morí”, articula furioso Michel Lefranc en “Blanco 54 – Barrio Puerto”, acompañado solo por el filo de una guitarra y una batería mientras comparte el relato de alguna noche colérica en Valparaíso.

Hazlo. Vuela

La ciencia nombra al tiuque como Phalcoboenus Milvago Chimango Temucoensis. A través de la figura de esta ave que habita casi todo nuestro territorio, Nara de Shile decide proponer once pequeños relatos en los que brilla el espíritu que configura a quienes habitamos este paño de tierra. Como estos pájaros con sus contradicciones: a veces solitarios, a veces aclanados, carroñeando un menú vistoso. Mágicos en su vuelo anunciando en medio del trajín de los días, que vienen buenos tiempos.


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