Morgan Lugo es un fotógrafo y bailarín residente en Los Ángeles. Sus fotografías tienen un tinte onírico, no muy diferente al logrado por Ryan McGinley. La mezcla de cuerpos carnosos en paisajes rurales y naturales se convierte en una exaltación de la la libertad. La salida de las metrópolis urbanas se aborda con una sensibilidad contemplativa, y la conexión humana con la naturaleza es capturada en su forma más cruda.